Hifas da Terra o el reino de las setas

Oficinas centrales de Bora. gonzalo garcía
photo_camera Oficinas centrales de Bora. gonzalo garcía

Todo un referente en materia de «innovación e de dinamización da economía no eido rural». Así definió ayer el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, a Hifas da Terra, una empresa pontevedresa única en su especie que en apenas quince años ha logrado explotar un sinfín de propiedades ocultas en el reino de las setas más allá de las estrictamente nutritivas.

Su decidida apuesta por la biotecnología y el I+D+i ha desembocado en la apertura de varias líneas de negocio que explotan las capacidades de los hongos en los campos dermoestético y terapéutico. Como resultado, la empresa comercializa un amplio abanico de productos en el que se incluyen cremas antioxidantes, jabones, jarabes y hasta fórmulas que están siendo aplicadas en el área de la oncología para tratar tumores relacionados con el cáncer gastrointestinal.

En el apartado forestal ha desarrollado una gama de árboles microrrizados caracterizados por albergar en las raíces una variedad de setas que captan un mayor porcentaje de agua, consiguen una mayor producción de madera y propician la aparición de hongos de forma paralela al crecimiento del árbol, logrando un valor añadido para los terrenos donde se cultivan. Además, la empresa participa en un proyecto de investigación que analiza el potencial de las setas para regenerar suelos contaminados. A nivel alimenticio no han faltado progresos y en la actualidad la compañía distribuye una línea de productos gourmet entre los que se incluyen hongos deshidratados, chocolates o miel con setas.

Comercio exterior

La empresa fue fundada en el año 1999 por la bióloga Catalina Fernández de Ana Portela a raíz de un proyecto desarrollado en la Universidade de Santiago de Compostela sobre innovación micológica. En las instalaciones de Pontemuiños (Bora) trabajan 24 empleados, aunque en total la compañía moviliza 40 empleos, de los que el 60% corresponde a trabajadores cualificados. Cuenta con una planta de producción en Beariz (Ourense), delegados comerciales en varios países y una oficina en Bath (a 156 kilómetros de Londres), a donde se han trasladado la fundadora y el director del área de medioambiente con motivo de la creciente demanda de sus productos en el Reino Unido.

En 2013 alcanzó una facturación de 2,3 millones de euros y para este año prevé llegar a los 3,1 millones gracias a un crecimiento del 20% en las ventas nacionales y en las internacionales, que ya suponen el 30% del total. Sus productos se distribuyen de forma estable a Italia, Portugal y Francia, y más recientemente a Suiza y Finlandia.

El complejo de Bora dispone de una superficie de unas cinco hectáreas en las que todo está cuidado hasta en el mínimo detalle. Naturaleza e innovación se dan la mano en este particular paraje, donde las áreas de plantación comparten espacio con las oficinas centrales, los laboratorios, los invernaderos de crecimiento (donde se cultivan distintas variedades de setas), las salas de producción y los almacenes.

Orígenes

El conselleiro visitó las instalaciones acompañado del delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y de varios representantes de la compañía que explicaron los éxitos cosechados y los retos del porvenir.

La historia corrió a cargo del director del departamento de planificación estratégica de Hifas da Terra, Esteban Sinde, que situó el punto de inflexión de la firma en la oleada de incendios de 2006. Anteriormente, la compañía se dedicaba a diseñar y comercializar productos de cultivo «para que se puideran cultivar cogomelos no medio rural», y a comercializar una serie de productos de alimentación que aún hoy salen al mercado. Sin embargo, tras la catástrofe de hace ocho años, Hifas da Terra tuvo que reiventarse con la gran suerte de que «a traxedia agudizou o inxenio». Fue a partir de ese momento cuando introdujo en España el concepto de micoterapia y cuando se dio salida a los árboles micrrorrizados y a diversos proyectos. Para algunos de ellos ha contado con la colaboración de la Consellería que, a través del Igape, le ha facilitado herramientas para cooperar con otras empresas y profundizar en la investigación.

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