Opinión

"Huecos de asalto"

Desde siempre un simple hueco o grieta en los muros fortificados fue el quebradero de cabeza de quienes ostentaban la responsabilidad del amparo de los suyos

DESDE LA MÁS remota Antigüedad se han ido levantando estructuras fortificadas para permanecer a salvo del ataque del invasor. Tan longevas como los orígenes del arte de la defensa se remontan a los tiempos en los que se constituía la sociedad y se identifican con la probablemente más antigua de las relaciones entre los pueblos: la beligerancia.

Los pueblos más antiguos se fortificaban con hileras de estacas o postes y muros de adobe, pero la experiencia les poseyó pronto de más conocimientos y fueron trabajando en la mejora de sus construcciones protectoras, hasta llegar al culmen de las mismas con ejemplos de murallas emblemáticas erigidas por la necesidad de resguardo en el devenir de la Historia y a lo largo y ancho de la vasta extensión del planeta tierra.

Desde siempre un simple hueco o grieta en los muros fortificados fue el quebradero de cabeza de quienes ostentaban la responsabilidad del amparo de los suyos; lo que por otro lado, era el primer paso para hacer una incursión por parte de los potenciales asaltantes por grupo pequeño que fuese.

De igual modo se han ido conformando los Estados de Derecho que hoy conocemos, ya que poco a poco se fueron edificando dando cuerpo a su estructura más consistente, la Ley; llegando a nuestros días, como por ejemplo en nuestro país, España, edificado por la apuesta en pro de la voluntad general de pueblos que se unieron en el andar de la Historia, (y desde hace muchos siglos), para llegar a donde se supone que habíamos llegado, a un Estado modélico tras una Transición ejemplar, envidiada por el mundo democrático. Pero algo ha fallado en este nuestro suceder. Les lanzo una reflexión que no pocas veces me he hecho a mí misma: "¿no se han dado cuenta que en nuestro día a día para legitimar o legalizar cualquier intervención política, incluso en contra de la Ley, (y por ende de la democracia), es suficiente tener de tu lado a todos los agentes sociales que intervienen en la articulación de la opinión pública, tales como medios de comunicación, activistas y elite política?" ¡Pues parece ser que sí, y está pasando y desde hace tiempo! Para muestra el triste ejemplo, de la no menos desconsolada situación que vivimos estos días en Cataluña.

Pero esto viene de lejos, ya que la solución de la ejemplar Transición, (ya citada), quizá engañó en el acomodó a los siguientes gobiernos democráticos con la peor de las grietas en la muralla de la libertad de toda España; el sistema electoral que propiciaba poco a poco el establecimiento y el crecer de partidos nacionalistas en el Congreso de los Diputados, en detrimento de la verdadera naturaleza, la representación territorial que debía de imperar en el Senado.

Algunos partidos democráticos aprovecharon este intersticio legal para prostituir esa su verdadera naturaleza e ir radicalizando sus posiciones a merced de quien manejaba a su antojo el pésimo uso del sistema de transferencias competenciales que brindaba la Constitución de 1978 a las CCAA ; donde a través de la educación, de la libre disposición en materia de subvenciones, de la potestad sobre los medios de comunicación, y de la demonización de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en su territorio (entre otros), fue aprovechada para aleccionar en el odio a España a su gente, como por ejemplo en Cataluña, a sabiendas que eran necesarios para configurar gobiernos estables.

Pues estoy convencida que estas maquinarias de manipulación comenzaron con el silencio amable desde aquel 8 de mayo de 1980 cuando Jordi Pujol llegó a la presidencia del gobierno autonómico de Cataluña, (y desde entonces con sus predecesores). Desde siempre han incurrido en "ocultar verdades e incluir mentiras" para crear unas narrativas que se componen de "todo tipo de tretas para arrimar el ascua a su sardina", con el objetivo de "deshacer lo que tanto costó edificar entre todos"; y con el objetivo de ocultar "presuntamente", sus prácticas delictivas con el dinero de todos, y "presuntamente", disfrazarlas con un invento imposible en un Estado Democrático preestablecido, aleccionando a su población, desde niños, con la propaganda de odio a España, y con la praxis del más puro estilo de la teoría del nazi Goebbles, para clamar por una independencia no posible.

Desde hace casi 40 años, y más hoy en día (si cabe), estamos más desprotegidos que nunca en esto de la información veraz; ya que por un lado, impera en la generalidad del individuo una constante falta de formación, consistencia personal y conocimiento cotejado de la realidad sin interferencias; y por otro y casi a la par, la desaparición progresiva de valores como sociedad ; y ahí es donde surgen esos "huecos de asalto" en la "psique" de nuestra población; lo que está produciendo un ataque masivo al ADN del pensamiento, como nunca antes en la Historia de España ha ocurrido. Y lo terrorífico es que está siendo protagonizado y jaleado por dirigentes políticos elegidos democráticamente y amparados en la misma Ley de Leyes, nuestra Constitución, que es la que les mantiene y les ampara en dónde están.

No sé si por dejadez y/o confort de los que más mandan, pero esto es lo que ha ocurrido en la fortificación legal de España, y lo que es más grave, en el substrato ideológico de sus habitantes, engañados unos y confusos otros ante los delirios de unos “espabilados” líderes catalanes que inventaron una historia inexistente Esto no se puede consentir, hay que cuidar de nuestro Estado de Derecho, y poner más atención a las grietas legales, ya que pueden convertirse en verdaderos”huecos de asalto"

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