Iago López Roel, psicólogo deportivo

"Hay que reforzar más el esfuerzo que la consecución de una medalla"

En base a la importancia de la figura del psicólogo en el ámbito deportivo, Iago López analiza el valor de la comunicación y de un buen entrenamiento mental para evitar y prevenir situaciones extremas así como la necesidad de establecer unas expectativas realistas

Iago López Roel durante una sesión con los jugadores del primer equipo de la SD Teucro. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Iago López Roel durante una sesión con los jugadores del primer equipo de la SD Teucro. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El deporte posee la capacidad de repercutir positivamente en las personas dejando una huella imborrable en su vida aunque, en algunos casos, la situación que rodea a ciertos deportistas les obliga a convivir con ansiedad e, incluso, depresión.

La remera Anna Boada, bronce mundial en 2018, anunció recientemente su retirada de la alta competición por una depresión que le impedía seguir adelante en su carrera. ¿Qué lectura debe hacerse de casos como este?
Un deportista de alto rendimiento siempre tiene un riesgo de padecer esas situaciones básicamente porque están todo el rato viajando, entrenando, con una presión por resultados para que al final puedan tener determinadas becas... Entonces el estar demasiado tiempo con una presión excesiva puede hacer que una persona tenga episodios de ansiedad o incluso de depresión.

¿Cómo se puede evitar llegar a esos extremos?
Ahí habría que trabajar desde la prevención atendiendo a los deportistas en todo momento, escuchándolos, generando una confianza entre el deportista y todo su cuerpo técnico para que tenga la ocasión de decir cómo se siente. Cuando se vea el menor indicio de que está quemado o quemada podamos de alguna forma intervenir para que lleve el proceso de la forma más positiva. Esto al final es como la patata caliente, si dejamos que se infle al final explota.

La influencia del entorno
"Cuando a una persona le llegan más variables negativas de las que puede controlar se desborda"

¿Hay algunas pautas o síntomas que puedan evidenciar este tipo de situaciones en etapas iniciales?
Se puede detectar, primero, en el cambio de comportamiento. Si vemos que un deportista que acostumbra a ser gracioso, a tener muy buena actitud en los entrenamientos, a ser el que más entrene y apoye a sus compañeros, de repente, mediante la observación, se le ve que durante una temporada está en una situación de apatía, sin ganas de entrenar o hace determinados comentarios, eso son señales de que algo no va bien.

¿Se sabe cómo de presente está la ansiedad o la depresión en el panorama deportivo español?
Si estudio con un porcentaje establecido yo no lo conozco pero evidentemente, aunque no son la mayoría, sí que sucede. Si la persona le da excesiva importancia a los resultados, a lo que piensen los demás, a una medalla... al final tiene más probabilidades de tener esa ansiedad o esa depresión. Realmente la mayoría de los deportistas no ganan grandes cantidades de dinero y, básicamente, lo hacen porque disfrutan y les llena, entonces, en el momento en el se olvidan y lo ven como una obligación metiéndose una presión exagerada, al final deja de lado la base, el porqué están ahí. Cuando una persona olvida cuál es el objetivo real, a la larga tiene sus consecuencias.

Al igual que Anna Boada, futbolistas como Andrés Iniesta u olímpicos como Michael Phelps han confesado haber tenido que lidiar con problemas similares durante su trayectoria. ¿Qué paso habría que dar para revertir este tipo de situaciones?
Hay que analizar muy bien la situación. Por ejemplo, el caso de Iniesta, aunque no lo conozco en profundidad creo que viene agravado por la muerte de su amigo Dani Jarque, muchas lesiones que tuvo y seguramente más factores que desconocemos. Entonces, cuando a una persona le llegan más variables negativas de las que puede controlar se desborda y puede dejarse ir. Todo el mundo puede tener derecho a eso. Cada caso se trabaja de forma diferente en base a las variables que han generado esa situación.

¿Cómo podría afrontarse un caso así?
Cuando el deportista está tan quemado por realizar su deporte hay que dejarle un tiempo en el que, además de poder trabajar psicológicamente, puedan pasar dos cosas: o eche de menos su deporte o que se de cuenta de que quiere cambiar de etapa en su vida. Tampoco pasaría nada ni sería el fin del mundo si, llegado un punto, un deportista deja de competir para atender otras facetas de su vida como su familia. Lo importante es que la transición sea lo más beneficiosa posible.

Actualmente se idolatra a muchos deportistas hasta el punto de que se olvida que son personas...
Mucha gente, por ejemplo, no entiende de qué se queja un futbolista como Iniesta si es campeón del Mundo y gana un dinero pero al final cada uno tiene su realidad y le puede llegar a afectar. El tema de la depresión o la ansiedad influye mucho el entorno pero también hay un componente genético. Aún queda mucho que estudiar.

¿Es posible aprender a gestionar la presión de tal forma que no influya de forma negativa?
Es importante que el entrenamiento mental se tenga en cuenta en el día a día de deportista, es decir, no solo es mejorar resultados sino a que aprendan a llevar los mejor en los entrenamientos y durante las competiciones. Eso es algo que se puede entrenar y prevenir.

¿Hay que replantearse el camino que ha tomado la alta competición en España?
Tampoco lo llamaría cambiar de camino pero sí que tener en cuenta el aprendizaje del deportista en saber ganar pero también saber perder, es decir, hay pequeñas cosas que se pueden hacer e incluir en la formación del deportista para que no le de excesiva importancia a determinadas cuestiones, es decir, reforzar más el esfuerzo que la medalla.

En la vida, en general, y en el deporte, en particular, ¿tener altas expectativas tiene una repercusión más positiva o negativa?
Negativa. Las expectativas influyen en nuestra salud mental y tarde o temprano siempre vamos a tener un choque con la realidad y ese choque, cuanto menos brusco sea, mejor. Unas expectativas demasiado altas hacen que el deportista se desmotive y no se centre en la mejora sino en el fracaso. Tampoco deben ser demasiado bajas. Deben ser realistas.

Atención a... "Lo normal es que un deportista pierda"
Sobre el camino que parece haber tomado el deporte y en base a unas declaraciones de Perico Delgado en las que el ex ciclista afirmaba que "estamos enseñando a ganar cuando deberíamos enseñar a perder", Iago López se muestra "completamente de acuerdo" ya que entiende que "lo normal es que un deportista pierda". En este sentido, explica que "hay que aprender a gestionar tanto la victoria como la derrota y naturalizar ese tipo de aspectos. No pasa nada por perder, hoy en día parece que perder está mal visto cuando es lo normal", añadiendo que "donde hay que enfocar la atención de los deportistas es en el esfuerzo y en hacer bien las cosas", pues es lo que realmente aporta valor.

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