Este año, la covid-19, además de impedirles continuar con las clases, llevó a los docentes y al equipo directivo a replantear una graduación que tuvo que esperar a la finalización de la ABAU para celebrarse. Por norma general, este tipo de eventos suelen hacerse a finales de mayo, cuando los estudiantes del último año de Bachillerato acaban las clases.
La graduación del Illa de Tambo de este curso fue mucho más íntima, sin familiares ni amigos. Tan solo los estudiantes junto con el cuerpo docente y dirección se dieron cita en el patio del centro para celebrar un acto "que tivese a esencia dunha graduación, con acto de entrega de orlas e un emotivo discurso", explica Antonio Novo, director del centro.
"Coa suspensión das clases foi un tema que quedou no esquecemento. Algunhas profesoras e alumnos acordaron de querer facer un acto de graduación, aínda que fose máis íntimo", cuenta Novo, que fue el encargado de dar el discurso de despedida ante los 100 alumnos de 2º de Bachillerato que, a pesar de tener que llevar mascarilla y guardar las distancias de seguridad, aprovecharon para lucir sus mejores galas en la despedida de su instituto.
