Opinión

In love con Oliver y Benedicta

Oliver Laxe recogiendo el premio Gaudí. EFE
photo_camera Oliver Laxe recogiendo el premio Gaudí. EFE

QUE SÍ, que ya hace tiempo que soy fiel seguidora de Oliver Laxe, porque si como cineasta es magnífico, como persona no se queda atrás. Es el colmo del riquiñismo, vaya. Así que no les extrañe que el sábado por la noche me pusiera bien cómoda en el sofá para disfrutar de la gala de los Goya con un delicioso sándwich y una infusión. Así que ya se imaginan la alegría que me llevé cuando apenas me había dado tiempo a hincarle el diente y ya le estaban dando el premio a Benedicta Sánchez. Porque si soy fan de Oliver, qué decir de Benedicta. ¡Ídola! De mayor quiero ser como tú, lo tengo clarísimo.

Y, por supuesto, merecidísimo galardón a Mauro Herce por la fotografía de O que arde. Ahí sí que no tenía la menor duda.

Pero si en Galicia (y en Pontevedra, porque recuerden que el director nacido en París estudió en nuestro campus universitario) lo conocemos bien, más allá del Padornelo no lo tienen tan claro. ¡Qué decirles si hasta hubo quien lo confundió entre bambalinas con Jon Kortajarena! El caso es que si hasta ahora no lo tenían fichado, la cosa ha cambiado. Desde las azafatas a las agentes de seguridad, pasando por medio Carpena (el nombre del pabellón malagueño que tunearon para acoger la gala y qué bien quedó aunque no sé yo las sillas...) todos cayeron rendidos al encanto de Oliver. Incluso en las redes sociales hubo quien proponía sustituir monólogos y números musicales y solo enfocarlo a él en los tiempos muertos entre premio y premio. Ahora solo falta que aprendan a pronunciar su apellido correctamente. ¿Verdad?

Pues el caso es que me zampé toda la gala y así pude ver también a Román (del que soy fan) Rodríguez, nuestro conselleiro de Cultura, que ya debió enlazar su viaje a Madrid para promocionar Galicia en Fitur con la visita a Málaga para apoyar al cine gallego. A Román le tocó sentarse detrás del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así que fue uno de los más vistos de la gala. ¿Le quedaría complejo de guardaespaldas?

Y mientras unas veíamos la gala, otras disfrutaban del concierto de Quique González en el Pazo da Cultura. Planazo también. Entre el público no faltaron la concejala de Cultura, Carmen Fouces, la escritora Eva Mejuto, o el exalcalde de Santiago, Martiño Noriega.

Y este domingo volví a repetir plan televisivo, porque resulta que en La 2, además de que Pontevedra protagonizó el programa Un país mágico, emitieron la peli La playa de los ahogados, en Versión Española. Y con Cayetana Guillén Cuervo estuvieron tres de mis escritores favoritos: Pedro Feijoo, Arantza Portabales y, por supuesto, Domingo Villar. Trío de ases.

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