La controversia entre el Servizo Municipal de Emerxencias de Vilagarcía y los Bombeiros do Salnés cuenta con un nuevo capítulo en el ya largo serial de fricciones protagonizados por el personal del que depende la seguridad de los vecinos del municipio.
Los numerosos vecinos que se concentraron el día 28 ante la fachada del Edificio Pico Sacro, situado en la Avenida Rosalía de Castro por el número 117, pudieron comprobar el amplio despliegue de medios que provocó el incendio declarado en un séptimo piso del edificio.
Las cinco personas que fueron hospitalizadas por haber inhalado humo ya se encuentran en sus respectivos domicilios y este jueves este suceso habría quedado relegado a un segundo plano, excepto para quienes habitan en el piso, porque fueron cuantiosos los daños que sufrió.
Pero un problema cuyo origen está registrado muchos años atrás se reaviva de forma periódica en el municipio de Vilagarcía: es el referente a las competencias en conflicto a la hora de atender episodios de emergencia.
El regidor reconoció la existencia de divergencias y afirmó que había solicitado un informe para conocer con detalle todos los pasos del operativo desplegado
Los bomberos del Consorcio Provincial, cuyas base se encuentran en Vilagarcía y Ribadumia, hicieron público un comunicado en el denuncian una serie de hechos acontecidos en la cobertura del incendio. Asegura que, a su llegada, los vehículos del Servizo Municipal de Emerxencias (SME), en el que está integrada la agrupación de voluntarios de Protección Civil, habían copado todo el espacio de estacionamiento disponible, de forma que se quedaron sin lugar para hacerlo.
"La autoescalera no pudo ser posicionada ni desplegada para el acceso por la fachada", afirma este colectivo, y añade que se produjo un retraso de siete minutos en el aviso del incendio del departamento municipal al 112, "retrasando la activación del consorcio contraincendios e incumpliendo el protocolo dictaminado por la Consellería pertinente".
Los Bombeiros do Salnés agregan que al acceder al edificio por las escaleras, se encontraron "con personal voluntario, personal del Concello, e incluso con personas en pantalones de deportes realizando tendidos de mangueras, sin coordinación con el mando del servicio del Consorcio".
En un momento de la intervención un cabo dio indicaciones a un operario municipal, pero este "hace caso omiso de las mismas y toma decisiones sin consultar con el personal de bomberos, que es quien, por ley, tiene competencias en materia de emergencias", expone en el escrito.
RIESGO. Los Bombeiros do Salnés aseguran estar hartos de una situación que, advierten, pone en riesgo a la ciudadanía. Estos y otros episodios fueron expuestos en un requerimiento que el colectivo remitió al alcalde, Alberto Varela, hace un mes. Si el Concello no toma cartas en el asunto, están dispuestos a denunciar este estado de cosas ante la Xunta de Galicia y ante la Deputación, y tampoco descartan acudir a los tribunales.
El regidor reconoció la existencia de divergencias y afirmó que había solicitado un informe para conocer con detalle todos los pasos del operativo desplegado. Varela se limitó a subrayar que Vilagarcía "tiene la suerte" de contar con más y mejores medios que muchos municipio y dijo que debería mejorarla coordinación entre ambos. Los Bombeiros están a la espera de que responda a su requerimiento para entrevistarse.
