El incremento de robos en viviendas dispara las alertas de nuevo en A Caeira

De lugar de paso de drogodependientes en su camino hacia O Vao de Arriba a zona deseada para los asaltantes de chalés. Los barrios de A Caeira y Boavista, en San Salvador, empezaron el 2020 en una situación muy similar a la que tenían en 2019, cuando gran parte de los residentes en la zona alzaron la voz para pedir medidas urgentes con las que atajar la situación de deterioro de la calidad de vida y la seguridad ciudadana en el lugar.

Los tres asaltos de los que hubo constancia a nivel vecinal el pasado sábado (dos de ellos de modo consecutivo en la calle Illa de Tambo y uno más en la calle Río Miño) no han hecho sino acrecentar el malestar en torno a una situación que no parece mejorar a pesar de que se suman ya un par de meses desde que el Gobierno local y la Subdelegación del Gobierno anunciasen que se reforzaría el control en la zona.

Algunos de los afectados por estos robos, así como por otros recientes en la misma calle, explicaron que "según nos dice la Guardia Civil estos asaltos no tienen por que corresponderse con el del perfil de los toxicómanos de A Caeira. Se trata de casos en los que actúan en apenas 20 minutos, saltan una valla, suben por una pérgola o un porche y acceden a la parte superior de los chalés. En pocos minutos están fuera con lo que sea". En el caso de uno de los robos se trató de joyas y, en otro, de una cantidad económica. Mientras la Guardia Civil atendía a los denunciantes de ambos asaltos, recibía otra llamada por el mismo motivo desde la calle Río Miño.

Los asaltantes son tan rápidos que salen de la casa antes de que a los sistemas de seguridad les dé tiempo a hacer la llamada a la Guardia Civil. En alguno de los casos se dejaron grabar por las cámaras de seguridad, pero, conscientes de su presencia, estaban adecuadamente tapados. Otro de los afectados, en la misma calle, pero en el mes de diciembre, sostiene que "la sensación es la de que nos vigilan. ¿Cómo, si no, podían saber que íbamos a salir un sábado a las siete de la tarde? En el tiempo que tardamos en aparcar en Pontevedra ya nos estaba llamando la empresa de seguridad".

El resultado es el mismo en todos los casos: un cerramiento de cristal o verja roto que hay que arreglar y la sensación de que es necesario contratar más seguridad "para evitar más sustos", comentan los afectados cerca de los últimos chalés asaltados en esta zona, en donde no se puede encontrar casi ninguna casa en la que no luzca ya la chapa de una empresa de seguridad.

Los vecinos desconocen si estos casos pueden estar directamente vinculados con el tránsito de personas hacia O Vao, pero recalcan que son un ingrediente añadido al malestar existente por ese motivo. En Illa de Tambo, la pendiente es tan elevada que pocos son los toxicómanos que eligen el tramo alto del vial para ir andando "aunque sí los hay y se ven".

Sin embargo, los que consiguen que les lleven en coche, en no pocas ocasiones protagonizan subidas o bajadas a una velocidad más elevada de lo que sería legal. Aunque la Policía Local ha multiplicado sus controles sobre la conducción tras el consumo de estupefacientes en la zona, no han faltado accidentes derivados de este fenómeno. "Os controles aumentaron e os incidentes puntuais seguen, pero neste momento o asunto dos drogodependentes, altercados e problemas dese tipo parecen ser dunha incidencia baixa", explican desde la Policía Local de Poio, que se coordina con la Guardia Civil en la tarea de reforzar el control en esta zona.