Cuatro proyectos de otros tantos institutos de la provincia de Pontevedra optan a los premios a la Ecoinnovación Educativa, que otorga la Fundación Endesa. Este certamen, realizado en colaboración con la Fundación Europa Sociedad y Educación, ha contado en su segunda edición con la participación de 194 centros de toda España.
El objetivo de la iniciativa, dirigida a estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de grado medio, es fomentar la cultura ecológica y despertar el interés social por el medio ambiente a través de proyectos educativos emprendedores.
Este año se han presentado al concurso cuatro institutos de las localidades pontevedresas de Gondomar, Marín, Poio y Silleda. Los trabajos optan a las tres categorías del concurso: investigación innovadora sobre un problema medioambiental; emprendimiento que busca la causa de algún deterioro medioambiental y promueve soluciones, e iniciativa de cooperación solidaria para aportar soluciones medioambientales.
COMITÉ EVALUADOR. Ya se ha reunido el comité evaluador, formado por un equipo de profesores y expertos en proyectos ambientales, que serán los responsables de elegir a los quince finalistas que concurrirán a los siete premios de las tres categorías de que consta el certamen. La relación de finalistas se conocerá el jueves.
En el instituto de Poio ocho alumnos han desarrollado un juego interactivo sobre reciclaje para niños de entre seis y ocho años. En la primera fase analizaron los principales problemas medioambientales a nivel mundial. Entre todos se han distribuido las tareas de creación de contenido, diseño de una app y viabilidad de la misma. El resultado es un camino en que un personaje les acompaña a recorrer el mundo viendo diferentes problemáticas.
Un grupo de estudiantes de Silleda ha llevado a cabo un análisis de los parámetros físicos que se encontraban en las fuentes de su localidad, para determinar si el agua era potable o no. Gracias a su estudio periódico pudieron concluir que sí lo era y ser científicos midiendo los parámetros básicos: el PH, el magnesio y el nitrato.
Por su parte, los alumnos del IES de Marín han analizado cada semana los procesos de compost determinando cuál es el tiempo que los materiales tardan en descomponerse.
Finalmente, los alumnos de Secundaria de Gondomar organizaron un concurso inclusivo en el que todos los miembros de la comunidad educativa competían por ser los más eficientes. El profesorado y los estudiantes pretendían eliminar los malos hábitos medioambientales y llegar a ser un "eco-instituto". Cada semestre se volvía a poner a cero el contador de puntos por clase. Entre los premios figuraban los de escapadas para disfrutar de la naturaleza.
