La invasión de turistas en los concellos costeros, más autóctona que madrileña

La libertad de movimientos intraprovincial y el buen tiempo empujaron a los gallegos a playas y segundas residencias
Frontera entre Castilla y León y Galicia. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El Progreso se desplazó este jueves desde Lugo a León por la A-6 y la N-VI, constatando la ausencia de controles y de circulación. VICTORIA RODRÍGUEZ

Ni Galicia sufre una invasión de turistas de fuera de la comunidad ni Madrid vive un éxodo de habitantes con dirección al noroeste. En realidad, el incremento de actividad en las localidades costeras detectada en las últimas semanas tiene más que ver con el desplazamiento interno de gallegos hacia segundas residencias o playas, hartos del confinamiento y animados por el buen tiempo, que por el desembarco masivo de familias llegadas de otros puntos de la Península.

Esa es al menos la conclusión a la que llegan autoridades como la propia Delegación del Gobierno en Galicia o algunos alcaldes de concellos litorales, que no obstante sí reconocen que puede haber algunos casos de viajeros interprovinciales o intercomunitarios, prohibidos por el momento debido a las restricciones del estado de alarma, que burlan los controles para pasar unos días en Galicia. Pero son, en todo caso, puntuales. Casi anecdóticos, aseguran.

Aunque los controles se relajaron desde la fase 2, las autoridades limitan a casos puntuales los foráneos que se cuelan

"¿Que hay alguna persona de fuera de Galicia que se coló? Por supuesto. Pero que todas tengan acento madrileño...", ironizan fuentes gubernamentales. El propio Pedro Sánchez se comprometió este miércoles en el Congreso, ante una petición del BNG, a informarse sobre este posible movimiento turístico hacia Galicia. Sin embargo, creen que no es real la idea que se quiere dar de descontrol e invasión de gente de fuera.

Una teoría que apuntala Ana Ermida, alcaldesa de Barreiros, que aunque sí admite un incremento de vida en su municipio, lo vincula sobre todo a la gente de Lugo y otras zonas del interior de la provincia que tiene segunda residencia allí, algo totalmente legal. "Que no medio veña algún doutros lugares eu non o nego, pero en ningún caso son maioría", reconoce la regidora.

Y el alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, insistía en esa misma teoría de movimiento interno para explicar la afluencia de personas al municipio más turístico de toda la comunidad.

Y es que la Delegación del Gobierno recuerda que la gente viene de semanas de confinamiento y franjas horarias y que, al abrirse la movilidad territorial y temporal, se desplazó masivamente a segundas residencias. Y con la ola de calor de la última semana, también a la playa.

Viaje entre Lugo y León por la A-6: sin controles... y con escasa circulación
El Progreso se desplazó este jueves desde Lugo a Vega de Valcárcel (León) por la A-6 y la N-VI, un trayecto de ida y vuelta sin cruzarse ni un solo control de tráfico, aunque sí tres patrullas en distintos puntos.

Aunque lo más sorprendente es que esa vigilancia resulta totalmente innecesaria ante el bajo nivel de tráfico que registra una de las principales vías de comunicación de Galicia. Muchos camiones y poquísimos coches, lo que confirma que la mayoría de la gente cumple la restricción territorial de la fase 2.


CONTROLES. Con el transporte público todavía limitado, las tres grandes vías de entrada a Galicia son las autovías A-8, A-6 y A-52, las dos primeras en Lugo. En ese sentido, resulta relativamente sencillo mantener cierto control sobre las fronteras gallegas, como por ejemplo se está haciendo en la Raia con Portugal.

Ante esta realidad, los ciudadanos asumen que tratar de cruzar media Península desde Madrid a Galicia sin encontrarse ningún tipo de control es una aventura casi imposible. Un riesgo excesivo. Porque aunque se pueda saltar de comunidad o provincia por una autovía o una nacional con relativa facilidad, resulta bastante más difícil salir de una gran ciudad como Madrid o entrar en destinos donde la Policía Local refuerza el dispositivo de vigilancia. Además, la experiencia del Covid-19 también infundió medio a la gente y respeto a las normas. De ahí que hoy en día ya no se vean tantos controles, como reconocían el jueves desde la fronteriza gasolinera de Repsol de la A-52 en A Gudiña.

Más difícil está la vigilancia en carreteras secundarias o en la A-8, donde a diferencia de la montaña de Lugo (A-6) y Ourense (A-52) sí existe un importante flujo diario de trabajadores con autorización para moverse entre territorios. El astillero Gondán o la pastera de Ence en Navia son un buen ejemplo de ese tráfico diario que, como admiten algunos, sí aprovechan asturianos o vascos para pasar unos días en A Mariña. Serían esas excepciones que citan las autoridades, como la del motorista madrileño sorprendido esta semana en la N-525 en Ourense rumbo a las Rías Baixas.

Pese a ello, en Galicia nadie quiere bajar la guardia. Hasta el presidente de la Xunta, muy beligerante ya en Semana Santa –fase 0– con la llegada de foráneos, pide máximo control, ya que aquí nadie olvida que el coronavirus entró a través de vía madrileña.

Dispositivo. Especial atención de la Guardia Civil a zonas turísticas
La Delegación del Gobierno y la Guardia Civil mantuvieron este jueves un encuentro preparatorio para organizar el dispositivo de seguridad para este verano y que incluirá "especial atención" en las áreas de mayor afluencia de turismo.

De hecho, según confirmaron el delegado Javier Losada y el general jefe de la XV Zona del instituto armado, Luis Francisco Rodríguez, también se abordó la necesidad del control de desplazamientos entre provincias y desde fuera de la comunidad autónoma. Esa vigilancia de desplazamientos irá variando a medida que se avance en la desescalada y se flexibilice la movilidad.

En todo caso, Losada dejó claro que no han detectado "desplazamientos irregulares significativos" en Galicia.

Policía Nacional
La filosofía que aplicará la Guardia Civil este verano de centrar sus esfuerzos en las zonas calientes del turismo será la misma que siga también la Policía Nacional.