Una investidura ajustada, un Gobierno de equilibrios

A Sánchez le corresponde ahora cerrar un Ejecutivo que va a contar con cinco miembros de Unidas Podemos
Pedro Sánchez y los diputados socialistas, celebrando el resultado de la votación. EFE
photo_camera Pedro Sánchez y los diputados socialistas, celebrando el resultado de la votación. EFE

El Gobierno que Pedro Sánchez va a formar en los próximos días, tras haber logrado la investidura, será la primera coalición de la democracia, una experiencia inédita que requerirá de un esfuerzo adicional del presidente para garantizar la cohesión, la unidad y el equilibrio.

A Sánchez le corresponde ahora cerrar un Ejecutivo que va a contar con cinco miembros de Unidas Podemos.

Aunque el líder de la formación morada y futuro vicepresidente, Pablo Iglesias, ha prometido lealtad de los suyos hacia la Presidencia y el conjunto del gabinete, se espera que el secretario general del PSOE se rodee de pesos pesados y perfiles marcadamente políticos para este Gobierno que no puede permitirse dar una imagen de debilidad.

Porque si ajustada ha sido la elección del presidente, no menos complicada será la búsqueda de apoyos a todas y cada una de las medidas del próximo Gobierno que necesiten del beneplácito parlamentario.

Varios de los miembros del futuro Ejecutivo coinciden en que, tras casi un año de bloqueo político, las decisiones no van a hacerse esperar y los primeros Consejos de Ministros vendrán cargados de medidas y golpes de efecto que marquen, desde el primer día, el rumbo que este Gobierno quiere tener.

Por esa razón, se pondrán desde ya a trabajar en los Presupuestos Generales del Estado. Y también quieren ir aprobando alguna de las medidas prometidas, como la subida paulatina del salario mínimo interprofesional.

La nueva legislación que derogará de facto la reforma laboral del Gobierno del PP y la reforma de la ley 'mordaza', también llegarán, previsiblemente, en breve, o al menos ésa es la idea que tienen miembros del próximo Ejecutivo.

Pero todas estas medidas van a necesitar de ingentes esfuerzos en busca de los votos, porque es muy estrecho el margen que tiene el nuevo Gobierno para encontrar los apoyos del arco parlamentario.

Sobre todo por tener enfrente a una derecha beligerante y con pocas intenciones de alcanzar consensos. Al menos en este momento en el que tan claro ha quedado lo dividido que está el Congreso y lo polarizado que está el debate político.

No espera tener problemas el Ejecutivo con partidos como el PNV, que ató un acuerdo de investidura lleno de condiciones y compromisos concretos.

En el futuro Gobierno entienden que los nacionalistas vascos no pondrán pegas a las medidas económicas y sociales que contiene el acuerdo programático PSOE-Podemos, porque lo que les interesa es que se les garanticen las competencias que vienen reclamando.

Y esperan que ERC se avenga a apoyar también buena parte de esas medidas, porque aunque su única condición para la abstención ha sido la mesa de negociación entre Gobiernos -que tienen que crear en quince días- creen que la formación independentista debe entrar de lleno ahora a participar en el debate sobre las cuestiones que afectan al día a día de los ciudadanos.

En cualquier caso, el Gobierno está a punto de echar a andar y Sánchez tiene diseñada -y consensuada con Iglesias- su estructura desde hace semanas.

TRES VICEPRESIDENCIAS. Una estructura en la que el líder de Unidas Podemos será el único vicepresidente, ya que habrá, previsiblemente, otras dos: Carmen Calvo, como vicepresidenta política, y Nadia Calviño al frente de una vicepresidencia económica.

Confirmados están ya los nombres de los cuatro ministros que junto con Iglesias aportará a la coalición Unidas Podemos: Irene Montero (Igualdad), Yolanda Díaz (Trabajo), Alberto Garzón (Consumo) y Manuel Castells (Universidades).

Ahora queda por desvelarse la lista de los ministros que elija Sánchez, así como el diseño del nuevo Ejecutivo, el número de carteras que va a repartir y los que no repetirán en el Gobierno. 

Junto con Calvo y Calviño se espera que continúen en el Ejecutivo el responsable de Organización socialista, José Luis Ábalos, la responsable de Hacienda y principal negociadora del acuerdo programático con Podemos, María Jesus Montero, y el responsable de Interior, Fernando Grande Marlaska.

Serán muchos los que han estado o estarán en las próximas horas esperando la llamada del presidente para seguir formando parte o entrar por vez primera en este histórico Consejo de Ministros que va a tener con toda probabilidad más carteras que nunca.

Y como ha apuntado esta mañana en Radio Nacional Carmen Calvo, "el presidente tiene muy claro lo que quiere hacer y con quiénes" y por eso "irá todo muy rápido".

Así que el suspense, esta vez, durará muy poco.

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