La Policía Local de Poio completó una investigación iniciada hace más de dos meses, que culminó con la presentación de varias denuncias administrativas contra un mismo individuo, procedente de la zona de Campelo, por varios comportamientos contrarios a la Ley de Seguridad Vial y por mantener su coche en un estado totalmente lamentable y al margen de la normativa.
El joven en cuestión ha reunido un total de cinco denuncias en estos dos meses procedentes de la Policía Local de Poio. Dos de ellas, además, son causas penales, por desobediencia a la autoridad, dado que se fugó de los agentes y del punto en el que produjo un accidente. Otras dos denuncias administrativas se deben al estado de su coche y a la práctica de trompos y conducción temeraria.
Una más, la quinta, se debe a que no dejó sus datos en el lugar donde produjo un accidente. Los hechos investigados se remontan al 18 de marzo, cuando los vecinos denunciaron aun BMW que hacía trompos en la rotonda del cementerio de San Xoán. Aunque la Policía se personó en el lugar y le inmovilizó, el joven se escapó antes de que le entregasen las denuncias administrativas por su conducción y por el estado del BMW que no había pasado la ITV.
Posteriormente, el 16 de mayo, las denuncias se repitieron, pero en esta ocasión, el coche, reapareció en A Reiboa, donde provocó un accidente y destrozó el portal de Pescamar. Tras dos días de investigación, la Policía localizó al conductor e hizo entrega de las correspondientes denuncias.
Las penales le valdrán la comparecencia ante el Juzgado. Además, su coche quedará inmovilizado hasta que se subsanen las deficiencias que presenta, los focos delanteros rotos, las ruedas desgastadas, las ruedas traseras que no se corresponden con el modelo y tienen perfiles diferentes (30 y 35, respectivamente), por lo que el vehículo circula escorado y defensas sujetas con cinta americana.
