Opinión

Un jefe indio, sidra y 'Baby shark'

Telmo Martín. ALBA SOTELO
photo_camera Telmo Martín. ALBA SOTELO

EL CARNAVAL dejó en mi retina momentos que nunca podré olvidar. Unos por graciosos y otros por entrañables. Ver al «jefe Lores», como le llamó una comparsa grovense en el festival de Murgas, subido al escenario del Pazo da Cultura con un gorro de plumas y bailando al son de las rimas de Jana de Leria fue uno de mis momentos favoritos. Que quede entre nosotros pero al parecer estos chicos habían prometido que si llegaban a la final subirían a miLores tal y como habían hecho en su villa con su alcalde, José Antonio Cacabelos.

En mi top de momentos carnavalescos memorables se coló este domingo una actuación que quedará grabada en la historia de las Rías Baixas. Protagonizada nada más y nada menos que por los ojos más bonitos de la ría. Como lo leen. El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, no dudó ni un momento y subió a un palco ubicado en la Praza dos Barcos del municipio para interpretar una de las canciones que más enloquecen a los pequeños y las pequeñas.

Así, Martín movió las caderas bailando Baby Shark con un ritmo que no sé si sorprendió a los vecinos allí presentes pero a mí me dejó anonadada. A decir verdad, a su lado se encontraba la edil de Cultura sanxenxina, Paz Lago, disfrazada de mimo que siguió los pasos del regidor.

Cruzo la ría para mandar un saludo muy especial. El buenense Diego Abal de O ratiño pequeno se impuso este martes en el Certamen de Mixología Maeloc que tuvo lugar en el Fórum Gastronómico de A Coruña. Abal conquistó al jurado en la prueba final con su Pasión Maeloc un cóctel que estoy deseando probar. No me digáis que llevando sidra de fresa, vodka y orujo gallego no se merecía ganar. ¡Enhorabuena, Diego! Además de los 600 euros en metálico, el vencedor quiso recordar tras la victoria a su padre recién fallecido, a quien rinde homenaje a través del nombre de su local, O ratiño pequeño.

De O Morrazo a A Estrada, o a Vea, para ser más precisos. Su colegio vivió el martes una mañana muy especial con la visita de la conselleira de Educación, Carmen Pomar que, fiel a su amabilidad y a la debilidad que, se le nota, tiene por los niños, disfrutó como una enana entre ellos y éstos, con la política. Los más pequeños representaron para Pomar una obra de teatro con un saltamontes como protagonista. Luego, maravillada, la conselleira le agradeció su desparpajo cantando con ellos la canción de la Abeja Maya. En una clase de Primaria, los alumnos le proyectaron un vídeo que habían hecho con fotografías sobre el cuidado del medio ambiente y le regalaron, a ella, al resto de autoridades y a la prensa, una taza y una bolsa de tela de recuerdo.

Comentarios