La asociación vecinal de O Vao alquila su local para pagar una hipoteca de 82.000 euros

Las cuotas de la hipoteca no solo sacan el sueño a las familias que todavía no han pagado la totalidad de sus viviendas. La Asociación de Vecinos de O Vao se ha visto obligada a exprimir al máximo sus recursos para hacer frente a un crédito bancario que cada mes le obliga a pagar un recibo de 700 euros.

La medida adoptada por el colectivo vecinal presidido por Carmen Esperón ha sido poner en alquiler los equipados servicios de su local social, con el objetivo de recaudar fondos para hacer frente a los gastos mensuales.

La asociación ha puesto a disposición de los interesados su cocina industrial totalmente amueblada y dotada de loza y de los utensilios necesarios; así como su salón comedor (con una superficie de 96 metros cuadrados y con cabida para cerca de un centenar de personas). Tal y como explicó la portavoz del colectivo, ''es especial para fiestas infantiles y familiares, reuniones de amigos y cumpleaños y cuenta con un polideportivo totalmente cerrado''.

Además, también ha puesto en alquiler su pista de tenis y los vestuarios con duchas de agua caliente.

''Tenemos que hacer frente a una hipoteca de 82.000 euros a quince años. La cuota es de 700 euros al mes y ya llevamos pagado un año y pico'', matizó Carmen Esperón, quien precisó que fue, precisamente, la construcción de todos estos equipamientos lo que obligó, junto con otros gastos, a solicitar un crédito bancario tan elevado.

La AVV de O Vao construyó las nuevas instalaciones de su local social en el año 2008 con la ayuda de una subvención concedida por la Asociación de Desenvolvemento Rural Proder II-Comarca de Pontevedra. Sin embargo, según Esperón, ''al final esa ayuda económica nos llegó para pagar solo la cuarta parte de todos los gastos, pues hubo que pagarle a un arquitecto, un aparejador, los proyectos, las licencias, las obras, etcétera''.

En palabras de Esperón, a todos esos recibos se suman el del seguro del local social y ''lo que se le paga a una persona que lo atienda'', además de los gastos propios de las actividades de la asociación de vecinos y también el pago a los servicios jurídicos que han defendido los intereses del colectivo en algún proceso judicial en el que ha participado.

''También tuvimos una aportación de la Deputación con la que hicimos frente a la instalación de la calefacción, pero todos los gastos los tiene que desembolsar la asociación y no da para tanto'', puntualizó su presidenta.

Carmen Esperón manifestó que la AVV de O Vao obtiene muy poco con las cuotas que pagan los socios, puesto que las aportaciones son solo de 30 euros al año por persona: ''No podemos subirlas, porque en estos tiempos que corren no se le puede pedir más a la gente. Hay algunas familias en las que varios miembros son socios, así que ya están haciendo un esfuerzo y no les podemos exigir más'', manifestó la presidenta.

Hasta no hace demasiado tiempo, el colectivo vecinal contaba con unos socios honoríficos que abonaban 1.000 euros al año, pero esa situación ha cambiado. Según Esperón, ''esa aportación nos ayudaba mucho. Precisamente, nos metimos a hacer la obra porque disponíamos de ese dinero. Lamentablemente, esas personas han dejado de realizar los donativos porque ya no pueden hacerlos y estamos notándolo mucho''.

La AVV de O Vao espera alquilar pronto sus equipamientos y, de ese modo, tener más desahogo para hacer frente a la hipoteca. Para los interesados, los teléfonos de contacto son el 630184392 y el 650420755.

Mientras tanto, el colectivo ha organizado un amplio programa cultural que comenzará este mes y que incluye diversas actividades. El lunes 10 dará inicio un taller múltiple de tapicería, pintura al óleo y en tela, costura y calceta, cristal, madera y restauración. Los lunes y miércoles se impartirán clases de pilates, y los viernes se dedicarán a los bailes de salón.

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