Espacio de estimulación temprana: un concepto nuevo para un tiempo diferente. El proyecto que se pone en marcha a partir de este lunes 8 de septiembre en Bertamiráns, a pocos kilómetros de Santiago de Compostela, nace para atender a niños entre cero y doce años y favorecer su desarrollo tanto intelectual como físico.
La iniciativa Casiopea (nombre de este local pionero en Galicia) escapa de toda convención: no es una guardería ni tampoco un centro escolar al uso. Según la definición de las personas que le han dado forma, es un lugar que pretende promover las conexiones neuronales en los más pequeños, de forma que beneficie a su crecimiento y su progresión. “No es tan sólo educativo, sino que va más allá”, asegura la encargada de este nuevo proyecto, Marina Tubío. “Es un complemento a la dinámica escolar para los mayores de tres años y una iniciación al desarrollo para los que todavía no han empezado el colegio”, puntualiza.
El espacio se divide en distintas partes que los niños exploran cada día: una de experiencias donde se establecen relaciones con el medio a través de hábitats de animales o plantaciones; otra zona de creatividad y arte, que es la base del desarrollo de la inteligencia; otra parte de arena y agua para incidir en los ejercicios motores y de coordinación; una sala de psicomotrocidad, que se detiene principalmente en el trabajo de las habilidades sociales; y una parte centrada en el ajedrez y en los ábacos, que impulsa la atención, el trabajo en equipo o la competición lícita. “Las neuronas se recargan con energía que recibimos a través de los estímulos sensoriales que tenemos alrededor e intentamos potenciar eso”, señala Tubío.
Los alumnos también podrán desarrollar su oído gracias a que la actividad en Casiopea se desarrolla en tres idiomas: castellano, inglés y gallego. Las profesionales encargadas de guiar a los niños a través de este universo de descubrimientos son cinco: Marina Tubío, la profesora de inglés Maribel García, la psicopedagoga Mónica Boullón, la docente Lina Calvo y la auxiliar Esmeralda Giménez.
La oferta se completa con terapias para mujeres embarazadas, con las que trabajarán a partir del quinto mes para estimular al feto, y con charlas de asesoramiento familiar, mediante las que pretenden resolver cualquier duda a los progenitores en cuanto al desarrollo de sus hijos.
Para lograr que la atención sea personalizada, los niños de cero a tres años podrán acudir a Casiopea desde las siete y media de la mañana hasta las cuatro de la tarde mientras que el horario de los alumnos entre tres y doce años será de cuatro y media a ocho y media. Cada padre puede optar por la frecuencia que desee. El precio de la hora asciende a 15 euros, aunque existen paquetes mensuales: 450 euros para los niños que acudan entre las siete y media de la mañana y las cuatro de la tarde, 350 euros para los vayan entre las nueve y las cuatro y 200 euros para el horario de tarde.
“Casiopea significa habilidades psicológicas, sociales y pedagógicas”, explica Marina Tubío, que inicia con ilusión el recorrido en un mundo por explorar. La primera piedra de este proyecto original e innovador ya está puesta. La directora del centro arranca con un deseo: “Ojalá sea el primero de muchos en Galicia”.
