La Audiencia ordena reabrir uno de los casos de bebés robados en el Provincial

PONTEVEDRA. La perseverancia de las familias pontevedresas que buscan una respuesta a sus fundadas sospechas de que fueron víctimas de robos de bebés en el Hospital Provincial durante el franquismo ha obtenido, al fin, un pequeño éxito. Tras los archivos de muchos de los casos y el silencio de las administraciones que podrían arrojar luz sobre los hechos, algunas de ellas se lanzaron a investigar por su cuenta y riesgo. Ese fue el camino que siguieron Faustino González y Carmen Portas, padre y hermana, respectivamente, de dos bebés supuestamente sustraídos en el centro sanitario de Loureiro Crespo. En el caso de Portas, que actualmente reside en Pontecesures, piensa que tiene identificado a su allegado. «Poría a man no lume», dice. Sin embargo, su negativa a la práctica de la prueba de ADN impide esclarecer los hechos por el momento. La historia de González, vecino de Combarro (fue su mujer, María del Carmen Costas Cruz, quien presentó la denuncia), no es muy diferente. Logró hacerse con documentos que certifican que su hija nació sana en el Provincial y que no fue enterrada en el cementerio de San Mauro. A ese clavo ardiendo se agarró la Fiscalía, que recurrió en dos ocasiones la decisión del juzgado de Instrucción 1 de Pontevedra, que había sobreseído la causa. El Ministerio Público, siguiendo los designios del fiscal general del Estado (que señala que estos delitos, que podrían ser detención ilegal y tráfico de niños, como mínimo, encuadrados en la Ley de Memoria Histórica, no prescriben) insistió en su intención de reabrir las investigaciones. Hace apenas unas semanas la Sección Segunda de la Audiencia Provincial dio la razón al fiscal, que ya ha dado orden de iniciar nuevas diligencias encaminadas a esclarecer, si es posible, el suceso.