La Autoridad Portuaria de Marín estudia cómo sustituir el Faro Picamillo

Una firma especializada analizará los restos de la estructura para determinar si es posible reconstruirla o sustituirla por otra señalización
El viejo faro, construido en los años 30, fue ‘tragado’ por las olas durante el paso del ciclón Kurt
photo_camera El viejo faro, construido en los años 30, fue ‘tragado’ por las olas durante el paso del ciclón Kurt

Fue una de las imágenes del tren de temporales que asoló la provincia de Pontevedra durante la pasada semana: el Faro Picamillo, sus ocho metros de altura y sus más de 80 años de historia sucumbiendo al oleaje provocado por las fuertes rachas de viento del ciclón Kurt. Apenas unos días después de que buena parte de la antigua infraestructura marítima se viniese abajo, la Autoridad Portuaria de Marín, responsable de su mantenimiento, se ha puesto manos a la obra para reponer el servicio de señalización que ofrecía esta baliza. No en vano, el Faro Picamillo se ubicaba en una de las entradas principales de la ría, sirviendo como referencia a numerosas embarcaciones.

Fuentes de la Autoridad Portuaria corroboraron que, una vez que las condiciones meteorológicas lo permitan (presumiblemente, a principios de la próxima semana), una empresa especializada realizará una batimetría en el punto en el que se hallaba el faro, a poco más de una milla de Major (Sanxenxo) y a unas tres de las Illas de Ons, para determinar las causas de su derrumbamiento y, sobre todo, para ver qué actuaciones se pueden llevar a cabo de cara a su sustitución.

En este sentido, la institución presidida por José Benito Suárez Costa aclara que, una vez se conozcan los detalles del estudio, "se realizará un proyecto para subsanar su ausencia". La información que aporten los responsables del análisis resultará clave a la hora de decidir si se reconstruye el faro o si, por el contrario, se apuesta por construir una nueva infraestructura partiendo de cero. Tampoco se descarta instalar otro tipo de señalización diferente. Sobre esto, la Autoridad Portuaria explica que "hasta ese momento no sabremos cuál es la mejor solución, puesto que se trata de una zona en la que bate muchísimo el mar, por lo que hay que estudiarlo bien para que no vuelva a ocurrir algo parecido en el futuro".

Por otro lado, la Autoridad Portuaria también corrobora que, a pesar de la desaparición del Faro Picamillo, las embarcaciones que se encontraban en las inmediaciones pudieron orientarse gracias al AIS (Automatic Identification System), una aplicación que obligatoriamente llevan todos los barcos y que permitió al organismo señalar la zona de forma virtual, aunque la baliza ya no estuviese allí.

REVISIONES PERIÓDICAS. Con respecto al estado en el que se encontraba el antiguo faro, las fuentes consultadas, si bien reconocen que su construcción databa de la década de los 30, también matizan que "se llevaban a cabo revisiones periódicas". A este respecto, se recuerda que hay algún faro similar al de Picamillo, como el de Mourisca, que "resistieron perfectamente el temporal". No obstante, la señalización más próxima a la costa sanxenxina se hallaba en una zona "de rompiente total", precisa la Autoridad Portuaria.

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