Opinión

La fiesta de Madrid

LA FIESTA de Madrid de 2018 ha sido multitudinaria y mediática a la vez que tormentosa. La presidenta que invitaba no estuvo ni se la esperaba por dimisión. Ángel Garrido, en funciones, no la
nombró en su discurso porque ya piensa en futuro. Uno de los galardonados, Emilio Lledó, renunció a la medalla de Madrid. Y otro de ellos, Ussía, citaba a Cifuentes por cortesía y educación. Fuera,
en los desfiles, los gritos feministas por la sentencia de la Manada se confundían entre redobles de tambores. Y en la recepción del canapé, el comentario general sobre la suerte demoscópica del
PP y la evidente e irreconciliable relación de Cospedal y Sáenz de Santamaría. No estuvo Pablo Iglesias, pero si Errejón, ya de campaña. Tampoco acudió Rivera, en busca del voto emigrante por
Argentina y Chile. Rajoy estaba de visita en Burgos, lejos del lío. Y sorprendió la presencia de Pedro Sánchez, que arropaba a Gabilondo en su asalto madrileño. Todos los VIP se fueron echando leches, pero Sánchez tuvo tiempo de saludar al cardenal Carlos Osoro, y han quedado en verse... no creo que por la casilla de renta. 

Comentarios