La apertura de nuevos negocios relanza el centro histórico de Pontevedra

La iniciativa privada acaba de dar un nuevo empujón al centro histórico con la apertura de nuevos negocios. Se trata de un comercio textil, situado en un bajo de la calle Pai Luís Fernández; una parafarmacia que se abrirá en Michelena, 40, en el local que antiguamente ocupó Droguería Luis, y un restaurante previsto en la calle Figueroa. Los promotores de todos estos establecimientos recibieron este martes el visto bueno de la comisión de Urbanismo, que se reunió de forma extraordinaria para evaluar si estas peticiones cumplían con los requisitos técnicos del Peprica, el plan que protege todas las actuaciones que se llevan a cabo en el casco viejo. La comisión también aprobó las reformas de acondicionamiento de un local de hostelería situado en el número tres de la Praza de Méndez Núñez, que antiguamente ocupaba el pub Que. En este caso, las obras se centran en la reparación de la cubierta, la renovación del lucernario, el pintado y de la fachada y en la colocación de velux en el inmueble.

La concejala de Urbanismo, Carme da Silva, manifestó el martes su satisfacción por la proliferación de este tipo de solicitudes, pero no solo en el ámbito terciario, sino también en el residencial. La edil del BNG percibe un repunte de licencias para la rehabilitación de viviendas abandonadas o en estado ruinoso en el casco histórico de la ciudad.

La última de ellas, que ayer recibió el visto bueno definitivo de la comisión especial del Peprica, es la recuperación de la casa ubicada entre las calles Laranxo, 19, y García Flórez, 14.

"Resulta moi agradable observar o que se está a mover no casco histórico", destacó Da Silva.

LAS AYUDAS DEL ARI. La mayor parte de los proyectos de rehabilitación de viviendas deshabitadas las promueve la iniciativa privada. Las únicas ayudas públicas que se mantienen en la ciudad son las del ARI, cofinanciadas por el Ministerio de Fomento y el Concello de Pontevedra.

En la última convocatoria propietarios de 62 casas en calles como San Sebastián, Amargura, Soportais o A Ferrería lograron acceder a estas subvenciones, que conllevan una aportación de dinero público de 11.000 euros.