DIARIO DE VIAJE... La llave de Celaya

El regidor de Celaya
photo_camera El regidor de Celaya

LO QUE al alcalde Lores le dieron el domingo en Celaya fue la llave de la ciudad. Eso signifi ca que Lores puede entrar en Celaya cuando quiera sin llamar al timbre. No parece que allí tengan demasiadas copias, pues según se dice solamente la han recibido, en cinco siglos de historia, dos personas. Emilio Butragueño y Miguel Anxo Fernández Lores. Igual ésta era la última que les quedaba libre y un día cualquiera el alcalde de Celaya pierde la suya y acaba llamando a Lores para poder abrir la ciudad. Es más, cabe la posibilidad de que el alcalde de Celaya no se fíe de Butragueño y prefi era tener una copia en poder de Lores antes de llamar a Butragueño o a un cerrajero, que cobrará lo mismo que Butragueño o más. A Butragueño le dieron también el nombre del estadio de fútbol, que pronto pasará a llamarse Estadio Miguel Anxo Fernández Lores. Allí invitaron a cenar a toda la delegación pontevedresa con el dinero de los impuestos de todos los habitantes de Celaya, que se llaman celayenses. Habrá lío. Dicen algunos de la prensa local que ya estamos esperando a Moreira pidiendo explicaciones al alcalde de Celaya por pagar cenas con dinero público. Luego nos subieron a un tren turístico, que también pagaron los sufridos celayenses, y ahí se nos fue nuestra mañana dominguera que iba a ser libre.

Luego el lunes nos levantaron a las 6:00 para ir a León. Doble encuentro, de Lores con las autoridades locales por un lado y de los empresarios pontevedreses con los leoneses por otro, estos últimos acompañados por Anabel Gulías. Por lo que cuentan, ha sido una reunión muy fructífera, como muchas de las que han celebrado aquí nuestros empresarios. Doble trabajo también para Moreira, porque en León nos pusieron un desayuno digno de los dioses, que era como cuatro comidas y fue cortesía de los ciudadanos de León, que lo pagaron con sus impuestos. Moreira debe asumir la responsabilidad de pedir esas explicaciones, pues tanto en Celaya, donde en Pleno municipal se decidió lo de la llave, como en León, donde desayunaron con nosotros líderes de todos los partidos, no parece que nadie vaya a hacer el trabajo de Moreira. ¿Por qué? Pues porque celayenses y leoneses están representados por irresponsables que andan por ahí pagando cenas, comidas y desayunos. En Celaya, además, celebraron un Pleno extraordinario un domingo para resolver lo de la llave y entregarla.

Lores ha desarrollado, durante su labor de evangelización por México, una habilidad especial: cuando se abren los debates y empiezan los turnos de preguntas, nunca contesta a lo que se le pregunta: que quieren saber cómo se calma el tráfi co, él habla de los niños; que le preguntan por cómo se corta una calle, él habla del valor de las decisiones políticas; que alguien le presenta una cuestión sobre la grúa, contesta hablando de Tonucci y la ciudad de los niños. Le preguntan qué tiempo hace en Pontevedra y habla del calmado del tráfi co. Y todo así. Al fi nal, más o menos, acaba contestando a casi todo, pero jamás en el orden en el que es requerido. Yo creo que ya ni le interesan las preguntas, sino ir colocando las respuestas en orden aleatorio, convirtiendo los turnos de preguntas en un apasionante juego de azar. Normal. Desde que empezó este viaje, hemos pasado por eso ya cuatro o cinco veces, y quedan otras tantas. Si yo fuera él, me presentaba con una grabación con todas las respuestas y me largaba a tomar una caña.

El periplo del lunes continuaba en Querétaro: es decir, de Celaya a León, de León a Querétaro y de vuelta a Ciudad de México. Así viene funcionando esto, en jornadas de 12 o 14 horas y con constantes ajustes de agenda que nunca sirven para aligerarla, sino para incluir un acto nuevo, para quien diga que Lores se ha venido de vacaciones. Creo que alguien va a morir: Miguel Anxo Fernández Lores o yo. Espero que sea Lores, por razones obvias. Hoy martes es la recepción en el Senado y, salvo novedades, el viaje llega a su fi n con una tarde de descanso. Dios lo permita.

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