La mejora de la cubierta del Templo Vello comenzó este martes y durará tres meses

La Consellería de Cultura, institución encargada del proyecto, invertirá cerca de 42.000 euros en la primera fase ►La colocación de los andamios no afectará al tráfico en Sol y Echegaray
El Templo Vello lleva cerrado varios años por los desperfectos
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En tres meses, la cubierta del Templo Vello estará como nueva. A ello se ha comprometido la Consellería de Cultura de la Xunta, que acaba de recibir la licencia por parte del Concello para obrar en la estructura superior de la iglesia antigua. Después de varios meses de tramitación, este martes se procedió a la colocación de los andamios.

La actuación está presupuestada en 41.994 euros, y está sufragada en su totalidad por el departamento autonómico. Tal y como apunta la alcaldesa de Marín, María Ramallo, "esta es la primera fase de las obras", que se centra en el arreglo de toda la cubierta, con el fin de reducir el enorme problema de humedades que padece la infraestructura, así como la limpieza de la fachada. Será una empresa externa elegida por la Xunta la que se encargue de los trabajos.

Una vez se termine con la parte exterior, "se arreglarán aquellas partes internas que estén en mal estado", añade Ramallo, "pero no se puede hacer hasta asegurarnos de que no habrá más goteras".

Cuando la cubierta esté arreglada, se restaurará la parte interior, prestando especial atención al altar, dedicado a San Miguel

Se pretende restaurar aquellos retablos que estén en peor estado de conservación, poniendo especial atención en el altar que está dedicado a San Miguel, patrón de Marín, y en las imágenes de este arcángel y de la Virgen del Rosario. Todo lo demás se irá estudiando una vez se ponga a punto la cubierta.

Los técnicos de Patrimonio "ya pidieron el permiso correspondiente para la colocación de los andamios", que afectarán a dos calles principalmente, a la Rúa do Sol y a Echegaray.

A pesar de ello, Ramallo adelanta que "en principio no afectará al tráfico", aunque el miércoles habrá agentes de la Policía Local velando porque no se produzca ningún corte ni incidencia.

Durante los tres meses que estará en marcha la obra, la tónica será la misma, "excepto por alguna cuestión puntual", termina Ramallo.

El objetivo final de todo este proceso de mejora es el de la reapertura del templo a la vecindad marinense, que tradicionalmente lo usó no solo para oficios religiosos, sino para actividades como ensayos y actuaciones.

lentitud burocrática. La reforma del Templo Vello, o más bien, su tramitación, no se caracteriza precisamente por su agilidad.

Hubo que esperar a que la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Xunta de Galicia, redactase el proyecto, que el Gobierno local recibió el pasado mes de marzo. Lo único que restaba por parte del Consistorio marinense era expedir la licencia que permitirá a la empresa empezar a obrar este miércoles. El Concello tardó tres meses.

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