A pesar de los esfuerzos de la Concellería de Medio Ambiente, el picudo rojo continúa asentándose en Sanxenxo. Fuentes del Consistorio confirmaron el lunes que ya son media docena las palmeras afectadas por este insecto, que en los últimos años se ha ido extendiendo por prácticamente todos los municipios de la provincia de Pontevedra.
A los tres ejemplares infectados situados en la avenida de León hay que sumarle otros tres situados en la recta de Baltar, concretamente en las inmediaciones de la piscina municipal. Así lo apuntó este lunes el departamento dirigido por el popular Juan Antonio Deza, que ha recogido el testigo en la lucha contra el picudo, iniciada por su antecesora en el cargo, la socialista Coral González-Haba. Mientras que las palmeras atacadas en Baltar todavía están siendo analizadas, los operarios ya han empezado a tomar medidas para tratar de salvar a los ejemplares de la avenida de León. Los técnicos apuestan por la endoterapia, un método que consiste en aplicar a los árboles inyecciones con diferentes tipos de nutrientes, insecticidas y fungicidas. "Estamos a la espera de los resultados, para comprobar su eficacia", explica el responsable de Medio Ambiente.
La Administración municipal tiene constancia de que existen árboles infectados en parcelas privadas
Los esfuerzos no se centran exclusivamente en tratar de lograr la recuperación de las palmeras infectadas, que, en caso de que la endoterapia no funcione, deberán ser taladas y quemadas. El Concello tampoco pierde de vista al resto de ejemplares disgregados por diferentes emplazamientos públicos de la villa. Es por ello por lo que el Ayuntamiento ya ha iniciado un tratamiento preventivo en más de 80 palmeras. La Concellería de Medio Ambiente se muestra confiada en que este método sea suficiente para evitar que el picudo rojo se continúe expandiendo.
INICIATIVA PRIVADA. Uno de los aspectos que más preocupa al Gobierno local es la situación en la que se encuentran numerosos ejemplares de titularidad privada. Juan Antonio Deza tiene constancia de que podría haber varios árboles enfermos en parcelas de particulares, especialmente en parroquias como Vilalonga o Noalla.
"Sería interesante que los propietarios tomen medidas, porque, de lo contrario, será difícil parar esta plaga", concluye.
