El concello de Poio cerrará 2017 con la cifra más elevada de muertes por atropello de la comarca y, probablemente, de la provincia. Las malas circunstancias y las deficiencias de dos de sus carreteras más transitadas, la PO-308 y la carretera de Campelo, han hecho que este concello, en donde este jueves vecinos y allegados dan sepultura a la última víctima mortal de un siniestro de este tipo –la octogenaria que resultó arrollada en la puerta de su casa, por un vecino de esta misma zona–, registre un auténtico anus horribilis en lo referente a seguridad vial.
Así lo reconoció el alcalde, Luciano Sobral, quien, el martes afirmó que se trata de circunstancias trágicas y destacó la necesidad de "seguir coa cabeza fría a reclamar melloras".
La parroquia de Campelo está viviendo con particular sensibilidad todo lo relativo al último accidente, al implicar no solo a una, sino a dos familias del lugar, puesto que el conductor del vehículo también es residente en la zona. Tal vez por ese motivo, el atestado de la Policía Local se está realizando a conciencia, con una toma de declaraciones en la que han participado varias personas y que concluyó este miércoles, casi 48 horas después del suceso.
El repintado de la PO-308 y la colocación de un luminoso en A Barca, así como los lombos en Lourido, no eliminan la necesidad de más mejoras
El informe se completará con más datos, con aspectos técnicos y un dossier fotográfico. La Policía Local, que ya ha dado cuenta del fallecimiento al juzgado que instruye el caso, no emitirá valoraciones de ningún tipo, por respeto a las dos familias en un momento luctuoso, y porque estima necesario conseguir todos los detalles relativos a factores como la vía, la viandante, la visibilidad y otros elementos que pudiesen influir en el fatal desenlace.
Más campañas. Lo que sí ha señalado la Policía local poiense es que -casualidad o no-, los dos fallecidos en el último mes por atropellos eran personas de la tercera edad, uno de los colectivos de peatones más vulnerables por distintos motivos, como pueden ser la falta de reflejos, la merma en la capacidad auditiva o las peores condiciones de movilidad a la hora de reaccionar.
Aún sin saber si esta circunstancia pudo tener algo que ver en alguno de los casos, la Policía adelanta que seguirá con las campañas informativas destinadas a mayores, como la iniciada antes del verano con el lema Un chaleco, unha vida.
En estas acciones se explica a los peatones de más edad diversos aspectos que les sitúan en un mayor riesgo de accidentes y precauciones que pueden ser elementales, como conocer las prioridades de cada vial, usar chalecos reflectantes cuando se sale al anochecer y calcular de un modo realista al cruzar viales con tráfico intenso. El nuevo siniestro coincide con el inicio de obras de calmado de tráfico en la zona de Lourido, en donde se inició la instalación de cinco lombos, con el repintado de la PO-308 en su tramo anterior a Sanxenxo y la colocación de una señal luminosa en A Barca. En ambos casos, todas las partes afectadas consideran insuficientes las intervenciones y demandan que se estudien más.
ENTIERRO. Con respecto a la mujer fallecida en el accidente del pasado lunes, Estrella Divina C.G. será despedida este jueves con un acto religioso.
La misa se celebrará en la iglesia de San Xoán a las 17.00, después de lo que se procederá a su sepultura en el cementerio municipal.
