La Unesco llevará a su atlas las experiencias de éxito con las lenguas minoritarias

Actualmente hay 2.680 lenguas en el mundo en peligro, muchas de las cuales están desapareciendo a "un ritmo alarmante"
Presentación del nuevo Atlas de la Unesco de las Lenguas del Mundo
photo_camera Presentación del nuevo Atlas de la Unesco de las Lenguas del Mundo

Actualmente hay 2.680 lenguas en el mundo en peligro, muchas de las cuales están desapareciendo a "un ritmo alarmante", según la Unesco, que el próximo año presentará un nuevo atlas con la fotografía de esta situación, que por primera vez incluirá los 6.700 idiomas que se hablan en el planeta. El propósito es incorporar al nuevo atlas, que verá la luz siete años después de la última edición, las "experiencias de éxito" de algunas lenguas minoritarias, de forma que "las buenas prácticas" de determinadas regiones sirvan como ejemplo para revitalizar idiomas que se encuentran en peor situación.

Este proyecto de la Unesco se ha presentado este viernes en el marco del Foro Europeo de la Diversidad Lingüística, organizado por la Capitalidad Cultural 2016 y que han clausurado el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la embajadora delegada permanente de España en la Unesco, María Teresa Lizaranzu. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha enviado como representantes a Indrajit Banerjee, director de la División de las Sociedades del Conocimiento, e Irmgarda Kasinskaite-Buddeberg, experta del programa en el sector de Comunicación e Información.

Kasinskaite-Buddeberg ha asegurado que como mínimo el 40% de las lenguas del mundo están peligro en diferentes grados, de las cuales 1.720 cuentan con menos de 10.000 hablantes, lo que ha calificado de "situación gravísima". Ha señalado, no obstante, que no cuentan aún con una imagen "completa" porque deben hacer un "mapeo" más preciso y para ello ha reclamado la ayuda de universidades, archivos y otras entidades con el fin de poder ver la "situación real" en cada territorio.

Considera que las universidades no son conscientes de que "a veces secuestran información" y sin esos datos es "difícil" conocer el trabajo que "están haciendo los demás con las lenguas". Ha asegurado que el nuevo atlas, que tendrá su puesta de largo en París, no será la "solución" si no se produce una comunicación "bidireccional", si la información no se comparte con los hablantes.

La responsable de la Unesco ha puesto el ejemplo de 25 universidades africanas que trabajan ya conjuntamente en la recopilación de datos, que serán introducidos en el atlas. Ha insistido en la necesidad de compartir experiencias y en "mejorar la concienciación sobre las lenguas", ya que la pérdida de éstas "afecta a todas las esferas de la vida" y "son muy importantes para el desarrollo".

Ha puesto como ejemplo la crisis del ébola y cómo la información para hacer frente a la epidemia no llegó a las comunidades afectadas porque se facilitó en las lenguas "dominantes" que desconocían la mayoría de ellas.

Ese es un problema que se extiende también a internet, como ha recalcado Indrajit Banerjee, ya que muchas lenguas no disponen de contenidos ni servicios "online" -el 84,3 % lo copan 10 idiomas, y más de la mitad se ofrecen en inglés y chino-. "La presencia online es algo esencial para la pervivencia de las lenguas. Necesitamos contenidos multilingües porque, si no, asistiremos a pérdidas que acabarán siendo irreversibles", ha advertido.

El atlas, en su edición de 2010, contabiliza 230 lenguas extintas desde la década de los 50 y 2.500 en peligro de desaparición. Los grados siguientes son situación crítica, seriamente en peligro, en peligro y vulnerable. En este última, "a un paso de ser una lengua salvada", se encuentra el euskera, según ha destacado Kasinskaite-Buddeberg.

Urkullu ha dicho que actualmente existen 860.000 vascohablantes y que "jamás" había habido tantos, aunque ha alertado de que no se debe "caer en la complacencia" y que "hay que seguir garantizando todos los derechos lingüísticos". Lizaranzu, por su parte, ha señalado que se mantiene la incógnita de la pervivencia de una lengua tan antigua como el euskera. "Si hemos sido capaces de preservar esa riqueza en el pasado, seamos también capaces de proyectarla en el futuro y hacer así sociedades más cohesionadas, más equitativas y más abiertas".

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