La inspección del puente de A Barca durará algo más de lo previsto. El fuerte viento registrado el martes impidió que se completasen las tareas de revisión, que la Xunta realiza por medio de dos drones. Uno de ellos no pudo utilizarse para evitar problemas de seguridad en el ámbito de la autopista.
El trabajo de estas aeronaves, que continuará durante la jornada de este miércoles, se centra en captar imágenes en las zonas más inaccesibles del viaducto. Las fotografías obtenidas, que son de alta resolución, permitirán determinar el alcance de la rehabilitación. "Estamos revisando todo para hacer un diagnóstico de la situación actual de la marquesina", explicó este martes el jefe del servicio provincial de la Axencia de Infraestruturas de Galicia, Fausto Núñez. "En función de esto, se hará el proyecto para hacer una marquesina, bien sea reponiendo elementos, sustituyéndolos o poniendo todos los elementos nuevos, tanto en los soportes como en la cubrición", añadió. Núñez confirmó, por otra parte, que el Gobierno gallego ha solicitado la colaboración del Centro de Innovación e Servizos Tecnolóxicos da Madeira de Galicia (CIS-Madeira). Los investigadores del organismo, que se encuentra en el Parque Tecnolóxico de Galicia, en la provincia de Ourense, analizarán el estado de la madera de la marquesina. Se comprobará así si es necesaria su renovación, tal y como sugirió el informe del Concello de Pontevedra redactado por el Servizo de Bombeiros. En él se advertía el riesgo de podredumbre de una parte de esta estructura.
Los técnicos aprecian que los soportes de la estructura están en buen estado. "Con el dron ahorramos tiempo y dinero", dice Fausto Núñez
800 EUROS. Los técnicos aprecian que los soportes de la marquesina están en buen estado, si bien las tareas de inspección todavía no han concluido. El informe definitivo no solo determinará el grado de la actuación en A Barca, sino su coste y, probablemente, la urgencia con la que deberán hacerse las obras.
Además de los técnicos de la Axencia Galega de Infraestruturas, la actuación -presupuestada en 800 euros- cuenta con el apoyo de la empresa coruñesa Aplygenia, que aporta los drones. "Con el dron ahorramos en tiempo, seguridad y dinero", subrayó Núñez.
