La Xunta, orgullosa de la negociación de fondos con la Unión Europea

El director general de Relaciones Exteriores y con la Unión Europea, Jesús Gamallo, valoró hoy la negociación de Galicia sobre los fondos europeos para el período 2014-2020 y la oposición coincidió en calificar su intervención de "propaganda" y la postura de la Xunta de "infantil", en palabras de la socialista Marisol Soneira.

Gamallo recordó que al inicio del proceso se consideraba que Galicia recibiría 300 millones, cuando el resultado se ha elevado a más de 2.700 de Feder y FSE, además de los que corresponda por la distribución de la parte que gestiona el Estado.

El portavoz de la Xunta se manifestó satisfecho por el trabajo realizado y "orgulloso" por haber alcanzado el mejor acuerdo para la Comunidad autónoma.

También resaltó que en el horizonte del 2020 cambiará el modelo anterior, basado en el capital fijo y construcción de grandes infraestructuras, hacia uno de especialización inteligente e innovación, centrada en el conocimiento, para afrontar retos como el envejecimiento o el cambio climático, en cuyo debate central -dijo- debe estar Galicia.

Gamallo resaltó el papel del presidente gallego como relator del reciente informe del Comité de las Regiones, en el que defendió la descentralización en la gestión de los fondos y la reducción de la burocracia e incremento de la transparencia, que recibió un voto unánime.

La diputada socialista Marisol Soneira ironizó con la estrategia de la propia Unión, cuando hace anuncios "aterradores" de que a Galicia le corresponderían 300 millones para que queden en 2.700 y dijo que es habitual, "para que después parezca un éxito que quedemos como estamos o con un poco menos".

Soneira le preguntó al director general si no le daba vergüenza que la Xunta emitiese tras la presencia de Feijóo en Bruselas un comunicado en el que decía: "Galicia marca el paso", una actitud que -dijo- un técnico de la UE se la calificó de "infantil".

Resaltó, además, que Funcas ha sostenido en un informe que Galicia ha desaprovechado 3.500 millones de los euros recibidos de la UE y la oficina contra el fraude de la Unión, OLAF, está pidiendo devolución de cantidades por irregularidades en su utilización.

También destacó que la propia directora general de Facenda informó a la comisión parlamentaria de que el nivel de ejecución era del 45 % en los Feder y del 42 % en los FSE, cuando el 31 de diciembre acaba el período y restarán dos años para rematar los proyectos y justificarlos, por lo que aventuró la posibilidad de que Galicia pierda 1.500 millones de euros de estos fondos.

Por el BNG, Daniel Rodas destacó que los 2.700 millones del próximo periodo es la mitad de los 5.400 del anterior y apuntó que la elección de Núñez Feijóo como relator no viene de su gestión, sino del interés del grupo popular, por aplicar en Galicia las políticas de recorte que manda Europa.

Rodas subrayó asimismo que mientras Núñez Feijóo actuaba como relator en el Comité de las Regiones, el Parlamento Europeo aprobaba un acuerdo pesquero que dejaba fuera a la flota cefalopodera gallega, por lo que le pidió que abandonen la propaganda y se pongan manos a la obra para solucionar los problemas reales.

También Xavier Ron, de AGE, rechazó las muestras de orgullo de Gamallo, pues la situación no es de una UE solidaria, sino de varias velocidades en la que Galicia no lleva el mejor papel, y criticó que en Galicia y España no se practiquen las mismas recomendaciones que hace el presidente gallego en su informe sobre descentralización y reducción de la burocracia.

"No hace aquí lo que promulga en Europa", resumió.

Por su parte, la portavoz del PPdeG, Paula Prado, valoró la anticipación de la Xunta, actuando antes de que se presenten los nuevos escenarios, y la consecución de fondos en un contexto difícil y con un PIB gallego superior al de la etapa anterior.

Prado apeló a la importancia del trabajo en equipo y dijo que de él debe formar parte también la oposición.

Finalmente, Gamallo rechazó que la posición de la Xunta sea de "autobombo" y, de las críticas por las demandas de Olaf, afirmó que actuaba en todas las regiones, de manera que "Galicia no es buen ejemplo de mala ejecución de los fondos", aunque reconoció "casos puntuales".

Concluyó que el hecho de pasar del 75 al 90 por ciento del PIB medio europeo en una década es que "la política de cohesión se cumple".

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