Las farmacias de la comarca reciben las dosis de Bexsero a cuentagotas

Parte de las boticas de la periferia aceptan encargos de la vacuna contra la meningitis B de clientes de Pontevedra que tratan de evitar largas listas de espera, que en algunos casos superan las 200 personas
Una caja de Bexsero, la vacuna contra la meningitis B, en una de las farmacias de Pontevedra
photo_camera Una caja de Bexsero, la vacuna contra la meningitis B, en una de las farmacias de Pontevedra

"Las recibo de una en una". "Hace semanas que no llega nada". Son las frases más frecuentes en las bocas de los farmacéuticos y auxiliares que atienden a los pacientes de la comarca de Pontevedra si se les pregunta por Bexsero, la vacuna contra el meningococo B, cuya demanda trae de cabeza a pediatras, padres y boticarios desde hace meses por los problemas de abastecimiento.

La comarca de Pontevedra cuenta con más de una decena de farmacias y en más de la mitad confirmaron que se repite la pauta: los clientes al principio eran solo locales, pero con el tiempo empezaron a llegar encargos de las ciudades próximas. A pesar de que las listas de espera no se aproximan a las de Pontevedra, el abastecimiento tan lento, hace que no haya gran diferencia de resultado entre estar de 150 o 200 en una lista de la capital o estar en el número 20 de otra de la periferia.

La media de clientes en espera en estas farmacias no supera los 50. En Soutomaior, en la zona de influencia de Vigo y Pontevedra, la botica trata de responder a la demanda de los progenitores de unos 40 niños. "Ahora la distribución de primeras dosis la tengo parada para responder a los que necesitan la segunda", explica la farmacéutica, que reconoce que el abastecimiento "está fatal".

En Campo Lameiro, la farmacéutica tiene una mayoría de demanda local. "A lista é dunhas 40 persoas. A maior parte é de aquí, pero hai de todo: tamén dos que pasan a fin de semana ou teñen parentes preto", declara. La responsable explica que "hai certa psicose e a xente parece que se anota en varios sitios á vez". Como no hay control sobre esto, la impresión de desabastecimiento en el sector es todavía mayor.

El laboratorio distribuyó vacunas de Portugal para agilizar las listas, pero algunas farmacias solo recibieron una dosis

En su caso, como en el resto de las consultadas, la prioridad es para los que necesitan la segunda dosis. "Sen alarmismos, porque hai xente desesperada por iso de que o prospecto di que deben pasar dous meses. Non ten porque poñerse exactamente aos dous meses, senón entre os dous e tres meses", señala, apuntando que impera gran confusión además, a la hora de interpretar el periodo de descanso entre ambos pinchazos, lo que acaba por desesperar a los padres. El interés por responder a los que iniciaron el tratamiento impera en la botica de San Adrián de Cobres, Vilaboa. Aquí solo 14 personas esperaban Bexsero, cuando por decisión de la farmacéutica la lista de espera se cerró temporalmente. "No podemos aceptar a más si no sabemos si habrá vacunas o no para los de segunda dosis", señala.

En Carballedo, Cotobade, "se fue cubriendo bien la lista, pero alguna gente de Pontevedra se anota y cuando les llamas, resulta que ya tenían su vacuna y no avisaron", se quejan. Aún así, no faltan los clientes de la ciudad. "Lo que hacemos es llamarles, decirles que traigan nevera y darles nosotros una bolsa de protección térmica", comentan. En la mayor parte de las boticas explican muy minuciosamente al comprador el proceso: lo mejor es retirar la vacuna y ponerla en el mismo día. Como la distancia a cubrir no es corta, todos recomiendan el uso de neveras de playa o aislantes similares.

En Santa Ana, Ponte Caldelas, la proximidad con Pontevedra ha inflado la lista. Unas 30 personas esperan por la vacuna y cada vez es más habitual que sean de fuera del municipio y reconocen que antes la lista se movía más. La única esperanza en todas las farmacias consultadas es que el desvío de vacunas de Portugal sirva para normalizar la situación, aunque las primeras remesas no han supuesto gran diferencia.

EN LA CIUDAD. En la farmacia Martín Mariño, situada en pleno Benito Corbal, la lista de espera para la vacuna "va fatal". Así lo asegura la titular, Maribel Lafuente, que no deja de anotar a padres y madres y su lista supera ya las 200 personas.

"Las dosis que distribuyó Glaxo procedentes de Portugal no sirvieron para nada. Es que, de hecho, aquí solo recibimos una. Antes nos llegaban unas diez vacunas, pero es que ahora tenemos una a la semana y damos gracias", indica Lafuente. Las vacunas del país vecino llegaron con el precio de distribución de allí, unos 95 euros, lo que generó gran confusión entre los clientes. Estas dosis tuvieron que ser retiradas y reetiquetadas posteriormente con el precio de venta nacional, 106 euros.

Entre el sector corre el rumor de que el laboratorio pondrá fin al desabastecimiento a partir de abril, puesto que está elaborando un nuevo stock de vacunas, pero las empleadas de esta farmacia afirman "que no se lo creen".

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