El gremio demanda un concurso de traslados para los negocios inviables o con pocos clientes

Las farmacias todavía pagan cara la crisis

La recaudación por los medicamentos expedidos por el Sergas alcanzó el año pasado los 235 millones de euros, un 22% menos que en 2009 ►Hay boticas que todavía están en "viabilidad económica comprometida" y otras que facturan el 10% de la 'competencia'
La farmacia más reciente, situada en Juan Carlos I
photo_camera La farmacia más reciente, situada en Juan Carlos I

El negocio de las farmacias todavía se resiente de las secuelas que dejó tras de sí el fenómeno de la crisis. Y no solo en lo que atañe a la dispensación de medicamentos de libre acceso o productos de parafarmacia, que pueden ser considerados como de segunda necesidad, sino también en lo que se refiere a los fármacos con receta, que expide y financia el Sergas. Las boticas de la provincia cerraron el año pasado con una facturación de 235.259.917 euros, motivada por el suministro de algo más de 20 millones de recetas (20.334.083 para ser más exactos). La cifra revela una leve mejoría respecto a 2014 o 2015, pero todavía se aleja de las cifras que se manejaban antes de la recesión. En 2009 la caja era un 22% más elevada (superaba los 300 millones) y la facturación de medicamentos con receta sobrepasaba cada mes los 25 millones de euros. "Actualmente no llega a los 20", señala la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Pontevedra, Alba María Soutelo Cousiño.

El descenso se debe a distintos factores pero, fundamentalmente, destacan dos. Por un lado, las dificultades económicas del paciente que, aun contando con el apoyo económico de la Administración, puede verse impedido para costear los medicamentos. Por otro lado, se encuentran los presupuestos de la propia Administración, que no han quedado exentos de los recortes. La Consellería de Sanidade excluyó decenas de medicamentos de la financiación pública e instauró un sistema de pluses que, entre otras cosas, premia a los facultativos que contienen el gasto farmacéutico. Así, la expedición de genéricos ganó terreno, dando lugar a un margen de ganancia mucho menor para las boticas.

Además, Soutelo señala que los precios de venta de los medicamentos que se manejan en España "son mucho más bajos que en otros países", y que los fármacos que ya han perdido la patente bajan de precio, de manera que una gran parte ofrecen un beneficio de "cero" euros. "La rentabilidad actual de las farmacias es muy inferior a la de antes de la crisis. En los últimos años hubo farmacias que se tuvieron que transmitir por falta de viabilidad y otras que entraron en concurso de acreedores y se subastaron. Actualmente sigue habiendo farmacias en viabilidad económica comprometida", advierte la presidenta del Colegio provincial.

La Xunta prevé una subida del 4,45% en el número de medicamentos con receta, lo que elevaría la facturación a los 300 millones

DISPARIDAD. La línea que separa el éxito y el fracaso es muy delgada en el gremio de los boticarios. De hecho, hay "mucha disparidad" entre los ingresos que registra cada farmacia. Hay casos, incluso, que facturan "el 10%" de lo que registra la competencia.

En la ciudad capitalina se han sucedido varios ejemplos de boticas que se toparon de frente con el estallido de la burbuja inmobiliaria. En 2012 la farmacia de las Galerías Oliva salió a subasta y en 2014 la farmacia de la Praza Curros Enríquez entró en concurso de acreedores. Según precisaba entonces su propietario, a causa de los decretos de contención del gasto farmacéutico aprobados por el Gobierno central en los años 2010, 2011 y 2012.

La situación en nada se parece a los tiempos de bonanza, cuando las farmacias se pagaban a precio de oro. La hemeroteca prueba que se llegaron a pagar siete millones por el traspaso de la centenaria botica de la Plaza de España, cuyo penúltimo propietario se deshizo del establecimiento en 2007, con motivo de su jubilación. Hoy las tarifas del mercado no se aproximan ni de lejos.

En este escenario, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra incide en que, "para que la farmacia tenga futuro", es necesario "llenarla de contenido y evolucionar hacia una farmacia más asistencial", que ofrezca la prestación de servicios profesionales farmacéuticos, aparte de la dispensación convencional de medicamentos.

En los últimos años ya se han dado algunos pasos hacia esta dirección, aunque el gremio considera que todavía queda camino por recorrer. Una de sus reivindicaciones que están sobre la mesa es que las boticas sean establecimientos autorizados para suministrar la vacuna de la gripe o para realizar el seguimiento de pacientes crónicos.

La previsión para este 2017 es que la facturación pueda subir cerca de un 2% y que la tendencia al alza se consolide en el próximo ejercicio. Los presupuestos de la Xunta contemplan un incremento del 4,45% en el número de medicamentos recetados por el Sergas, lo que lleva al Colegio a augurar que las boticas pontevedresas podrían alcanzar una facturación conjunta de 250 millones.

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