Las hadas existen...

▶  Rozalén protagonizó el martes en Pontevedra uno de los conciertos más inclusivos de la historia de la ciudad en el que personas con diversidad sensorial pudieron disfrutar de cerca de la música
Rozalén, en A Peregrina. EMILIO MOLDES
photo_camera Rozalén, en A Peregrina. EMILIO MOLDES

Público que acudió a ver a Rozalén en A Peregrina en Pontevedra. EMILIO MOLDESCon tan solo siete años ya tocaba la bandurria y con 14 escribió su primera canción, Dorada perfección, sobre las pateras africanas que llegaban a España y que veía en las noticias. Está claro que Rozalén ya apuntaba maneras porque ahora es una de las canta-autoras de referencia, así como una abanderada de numerosas causas sociales: entre ellas el feminismo, al que alude en temas como La puerta violeta, o la lucha contra el cáncer de mama, reflejada en Vivir (una canción destinada a recaudar fondos para la Asociación Española contra el cáncer de mama). Un tema que despertó las ganas de bailar de los miles de pontevedreses que abarrotaron la Praza de España de la capital provincial, el escenario del que se sirvió la poderosa voz de Rozalén para iluminar la noche con los temas de su último disco, Cuando el río suena..., que ya cuenta con dos nominaciones
al Grammy Latino.

"Llevo un montón de conciertosy me sigo poniendo nerviosa perdía". Así abría el concierto la cantante, explicando que su pretensión era que la cosa no se
quedase en un simple concierto: "Me gustaría que esto diese paso a la reflexión, a la diversión y, por supuesto, a las ganas de vivir".

Unas palabras que lograron sintonizar con miles de niños, adultos y ancianos que acabaron transformándose en girasoles para bailar
al son de su estela.

Rozalén y los usuarios de las mochilas vibradoras. DAVID FREIRE

Y una vez más, el vehículo que la cantante albaceteña utilizó para defender las causas de las minorías sociales fueron las canciones de autor cargadas de resistencia y color violeta. Su copiloto, la intérprete de lenguaje de signos Beatriz Romero, con quien demostró tener una amistosa complicidad, estuvo acompañada esta vez por la novedad de las mochilas vibradoras: un reciente avance tecnológico que permitió a las personas con diversidad sensorial percibir con mayor nitidez los sonidos y la música, es decir, disfrutar como el resto del público de una de las siete bellas artes. 

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