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Leyenda a ritmo de rock

HAY PELÍCULAS y, sobre todo, canciones que, no sabes por qué, se convierten en tu banda sonora vital y quedan ancladas en la memoria. El paso de los años no les afecta en absoluto y, cuando vuelves a oírlas, tienes la sensación de que siguen muy vigentes.

Recuerdo, de una manera velada, el revuelo que se organizó cuando se estrenó Jesucristo Superstar. Era la década de los 70 y todavía existían esas calificaciones de "recomendada para mayores de 18 años". Tardé unos cuantos en poder ir a verla, pero no me olvido del efecto que me produjo, que deambuló entre el asombro y la sanación.

Le cuestionaban que faltaba al respeto a la historia bíblica, porque se suponía que, oír cantar o ver bailar a Jesús, era poco menos que una blasfemia. Por suerte, las mentes han evolucionado con los tiempos y lo que ayer parecía un desatino, hoy se acepta como una muestra artística que sigue apasionando a unos y continúan rechazando otros, pero por fortuna desde el respeto.

Imagen para el blog de Amalia Enríquez (12/05/18)

Leí en una entrevista, de hace unos años, que Norma Jewinson, el director de la película, cuando estaba realizando audiciones para el papel de Jesucristo, apareció un joven menudo, de baja estatura, pero con una determinación y una seguridad que le dejaron impresionado. Cuando empezó a cantar, supo que había encontrado a su protagonista.

Aquel joven “poquita cosa” era Ted Neeley. Tenía entonces algo menos de treinta años. Su melena rubia y ojos azules le posicionaron entre los más guapos del momento. Poco podía imaginar entonces que, más de cuatro décadas después, seguiría interpretando a Jesucristo en la ópera-rock que crearon los entonces jovencísimos Andrew Lloyd Webber y Tim Rice.

El actor va camino de cumplir los 75 años y sigue siendo ese diminuto Jesucristo de antaño. Así lo pude comprobar, hace unos días, en Madrid, donde se representa el musical de la exitosa película. Pocos actores pueden decir con tanta rotundidad que un papel cambió su vida. Needly no solo conoció a su primera mujer en el rodaje de la película de Jewison, sino que desde entonces ha hecho de ‘Jesucristo Superstar’, y del papel de Jesús, su modo de vida.

Lo ha interpretado, a lo largo de cuarenta y cinco años, varios miles de veces. La trama del show está inspirada en la historia bíblica, pero tiene marcadas diferencias con la interpretación cristiana. En ‘Jesucristo Superstar’, Tim Rice cuenta la leyenda de Cristo de una manera completamente única. Pero no es solo su guion el que es sólido como una roca. Con su música, Andrew Lloyd Webber ha hecho una contribución enorme al éxito del espectáculo. La variedad de bloques musicales que utiliza es extensa. Las partes sinfónicas se combinan con blues, folk y pasajes del Evangelio, mientras que los himnos se intensifican mediante efectos de sonido electrónicos. Esta mezcla acústica corre paralela al libreto, en el que el pasado y el presente se entrelazan. Tal vez por ello, esta representación está considerada como una de las obras musicales dramáticas más importantes del siglo XX.

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