El líder de la banda que introducía cocaína en Mallorca desde Galicia niega su implicación

La operación policial que desmanteló el grupo incluyó registros en Vilagarcía y Pontevedra
Dinero y droga incautada en la operación Yunque. POLICÍA NACIONAL
photo_camera Dinero y droga incautada en la operación Yunque. POLICÍA NACIONAL

El considerado por la Fiscalía como el cabecilla de una banda dedicada a introducir cocaína en Mallorca desde Galicia, el arousano Miguel Ángel Rial, ha negado este miércoles su implicación en la trama y se ha desdicho de la declaración que prestó en la investigación. Durante el juicio que se celebra desde este miércoles en la Audiencia Provincial de Baleares, el hombre sólo ha contestado a las preguntas de su abogado. Se enfrenta a una petición de pena de siete años y medio de prisión.

El acusado ha asegurado que si en una fase anterior del procedimiento admitió su participación fue porque le habían prometido llegar a un pacto con la Fiscalía, por el que se le pediría una pena menor, pero este acuerdo no se ha llegado a plasmar "en nada". Posteriormente, el hombre cambió de abogado. 

El supuesto líder del grupo, un gallego de 54 años, ha mantenido que muchos de los viajes entre Mallorca y Galicia que la Policía le atribuye en realidad no los hizo él. Sí ha admitido que estuvo una vez en Palma, en la que visitó el poblado de Son Banya, un conocido punto de venta de droga en la isla. 

Según ha indicado, en aquella ocasión fue a "pillarse una papela" de cocaína, porque es consumidor. En este sentido, ha rechazado que visitase el poblado para entregar una importante cantidad de droga.

En el momento de su detención, el presunto líder del grupo llevaba consigo siete teléfonos móviles

PINCHAZOS TELEFÓNICOS. El fiscal ha reproducido diferentes fragmentos de conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía. En ellas no se alude explícitamente a un negocio de tráfico de droga, pero los investigadores creen que los miembros del grupo tenían medidas de seguridad pactadas entre ellos por si eran escuchados. 

El fiscal sospecha que, en las conversaciones que se han reproducido en el juicio, utilizando un lenguaje en clave, M.A.R. daba instrucciones a uno de los miembros para llegar a una nave en El Pil·larí utilizada por el grupo; o reprochaba a otro la mala calidad de una partida de cocaína que se había suministrado. En el momento de su detención, el presunto líder del grupo llevaba consigo siete teléfonos móviles.

CONDENADO EN 2009. El fiscal solicita para M.A.R., además de siete años y medio de prisión, una multa de 800.000 euros por varios delitos contra la salud pública. La Fiscalía pide apreciar la agravante de reincidencia puesto que el hombre ya fue condenado a diez años de cárcel por tráfico de drogas en 2009 por la Audiencia Nacional. 

La novia del presunto cabecilla asegura que desconocía el negocio

Esta condena se extinguió a mediados de 2017. La agrupación que a la que se juzga estos días en la Audiencia Provincial actuó, presuntamente, al menos entre noviembre de 2016 y mayo de 2018, año en el que fue desmantelada por un dispositivo policial bautizado como operación Yunque.

La Fiscalía sostiene que M.A.R. se encargaba de dirigir la estructura asentada en Mallorca, de gestionar la adquisición de la droga y preparar los transportes, con la ayuda de dos hermanos que se coordinaban con él desde Galicia (los castellanos afincados en Vilagarcía Michael y José Carlos Tiago Gorjón), entre otros colaboradores. 

Según la Policía, el grupo recibía en Galicia importantes partidas de cocaína desde el sur de Andalucía y las enviaba a Mallorca en vehículos con sofisticados compartimentos ocultos. Después, la droga se distribuía posteriormente a pequeña escala por la Isla.

En un domicilio que la pareja tenía alquilado en Ses Salines, la Policía encontró, además de una pequeña cantidad de cocaína, más de 71.000 euros en metálico

INTERROGADA LA PAREJA. En la sesión de este miércoles ha sido interrogada también la última acusada que quedaba pendiente de declarar: la pareja del presunto líder del grupo, una brasileña de 34 años. La Fiscalía cree que su papel consistía en facilitar el uso de vehículos de su propiedad para el transporte de la droga, almacenar en su casa la cocaína y el dinero obtenido de la venta y acompañar al presunto líder y otros miembros del grupo en las entregas para eludir sospechas policiales. 

En un domicilio que la pareja tenía alquilado en Ses Salines, la Policía encontró, además de una pequeña cantidad de cocaína, más de 71.000 euros en metálico. La mujer ha dicho que no sabía que este dinero estuviera en la casa. 

Igualmente, la mujer ha mantenido que desconocía el tráfico de drogas y que cuando su pareja utilizaba su coche, le decía que era para un negocio de patatas 'chips' que estaban montando en una nave de Mallorca. La acusada también ha rechazado que ayudase en las entregas de droga vigilando y avisando si había Policía.

CINCO ACUSADOS RECONOCEN SU PARTICIPACIÓN. La operación policial que desmanteló el grupo incluyó registros en Ses Salines y Llucmajor, en Mallorca, y en Vilagarcía de Arousa y Pontevedra, en Galicia. Se interceptaron más de 14 kilos de droga y 126.000 euros y fueron detenidas 11 personas, que esta semana se sientan en el banquillo de la Audiencia Provincial en Palma.

Cinco de ellos han admitido su participación en virtud de un acuerdo con la Fiscalía, por el que verán sensiblemente rebajadas las penas que la acusación pública pedirá para ellos. 

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