Blog | Acabou o conto

Limpieza, por favor

El intento de soborno denunciado por el entrenador del Boiro abre la polémica que siempre acompaña los finales de temporada

UN EQUIPO cuyo nombre no voy a revelar luchaba por la permanencia contra otro, cuyo nombre tampoco sacaré a la luz, que no se jugaba nada. El portero y algunos futbolistas visitantes más, cuya identidad no haré pública, se habían comprometido con el presidente del club rival a facilitar la victoria del adversario a cambio de una cantidad de dinero. La torpeza del presidente local lo llevó a informar a sus propios futbolistas de que el partido estaba comprado.

Se dio la circunstancia de que nada más empezar el portero visitante llevó hasta el extremo su papel y cometió un penalti por el que fue expulsado. El arquero suplente entró al césped sustituyendo a otro de los vendidos y detuvo la pena máxima. Poco después, el capitán del equipo que se había quedado con diez comenzó un recital que lo llevó a poner 0-3 a su escuadra.

El partido transitó con altibajos. Los locales, tensos por la extraña situación de verse goleados por un contrincante que, en teoría, debía perder, subieron la temperatura antes de llegar al descanso.

El vestuario local estuvo a punto de acabar como el rosario de la aurora. A pesar de su inferioridad numérica, el cuadro que no se jugaba nada ganó y el otro descendió.

Esto me lo contó un amigo del que no diré su DNI. Es posible que algún día la conciencia de alguno de los culpables les haga recitar la verdad y la historia salga a la luz con nombres y apellidos.

Ese fraude, solucionado por la vía del karma, solo pone de manifiesto la facilidad del mundo (del fútbol) a corromperse. Que se lo pregunten al técnico del Boiro, al que intentaron comprar para que su equipo se dejase perder ante el Arenteiro. Es época para polémicas de primas, compra ventas y faltas de competitividad. Solo es de esperar que en lo que falta de Liga nadie nos dé pie a sospechar de maletines.

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