Nueve listas se disputarán los votos de 66.933 electores en la capital

En los 61 concellos y las ocho entidades menores que forman la provincia son un total de 324 las candidaturas que se presentan a las elecciones del próximo 26 de mayo ▶ El PP es el único partido que concurre en todos los ayuntamientos pontevedreses

Uno de los colegios electorales de la ciudad en las elecciones de mayo del 2015. RAFA FARIÑA
photo_camera Uno de los colegios electorales de la ciudad en las elecciones de mayo del 2015. RAFA FARIÑA

Dos semanas. Ese es el margen que tienen todas las candidaturas que concurren a las municipales del 26M para tratar de convencer a aquellos ciudadanos que aún no han decidido en quién depositarán su confianza para dirigir sus concellos durante los próximos cuatro años.

En el caso del Ayuntamiento de Pontevedra, los nueve aspirantes a alcalde (uno más que el 24 de mayo de 2015) se disputarán el apoyo de los 66.933 electores que están llamados a votar. De este total, 66.775 son españoles residentes en el país (234 más que en las últimas municipales) y 158 son extranjeros que habitan aquí y reúnen los requisitos para participar en estos comicios.

Solo tres de los alcaldables repiten: el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, el socialista Tino Fernández y el cabeza de lista de Marea, Luís Rei. En el PP, Rafa Domínguez concurrirá por primera vez tratando de mejorar los resultados obtenidos hace cuatro años por Jacobo Moreira; en Ciudadanos Goyo Revenga ha cogido recientemente el relevo de María Rey, que en esta ocasión ocupa el número dos de la candidatura; y en Compromiso por Galicia (CxG) Andrés Núñez Rajoy optará a la Alcaldía capitalina en vez de Pilar Dopazo, que lo hizo en 2015 bajo esas mismas siglas y con el apoyo que le había expresado públicamente Teresa Casal, ahora segunda de a bordo de Marea.

Este 26M se caen de las apuestas UPyD y Tod@s por Pontevedra (las listas con las que habían concurrido en 2015 Carlos Maestro y María Biempica). En lugar de ellos lo intentará Vox (liderado por el funcionario municipal Manuel Torres), la confluencia Podemos-EU-Son En Común (con José Ramón Otero) y Ciudadanos de Galicia ADCG (con Roberto Quinteiro Gutiérrez y que, a pesar de la coincidencia en el nombre del partido, no tiene que ver con la formación naranja que dirige Albert Rivera).

El conjunto de votantes tendrá en sus manos decidir la composición de la Corporación del Ayuntamiento de Pontevedra en el próximo mandato, que volverá a estar formada por 25 concejales.

Durante los últimos cuatro años han sido cinco las fuerzas presentes en la misma: el BNG (que, con doce ediles, volvió a dirigir el Gobierno local) y una oposición formada por el PP (con 7 representantes), el PSOE (con tres), Marea (que se estrenó hace cuatro años con dos escaños) y Ciudadanos (con uno).

En 2015 los nacionalistas habían conseguido el mejor resultado de su historia en la ciudad con 17.050 votos (el 43,08% del total), mientras que el PP había obtenido el peor (10.725 votos que lo hicieron bajar de once a siete ediles). El PSOE entonces había bajado en votos (consiguió 4.277) y Marea y C"s pudieron iniciar su andadura en la Corporación tras haber logrado 3.222 votos (el 8,14%) y 2.268 (el 5,73%), respectivamente.

Lo que sucederá en esta ocasión todavía está por ver, pues los pronósticos han variado bastante de los que había entonces y la situación de algunos partidos (especialmente del socialista y el "popular") también ha dado un vuelco cuyos efectos ya se han dejado notar en las pasadas elecciones generales.

Pero, ¿qué sucede en el resto de la provincia y, sobre todo, en la comarca de Pontevedra y su área de influencia?

En el conjunto de los 61 concellos que forman el territorio provincial están llamadas a votar en estas municipales 775.676 personas, de las cuales 772.378 son españoles residentes en el país y 3.298 son extranjeros con derecho a participar.

De los que habitan en España, 31.187 son jóvenes que podrán votar por primera vez tras haber cumplido 18 años de edad desde la convocatoria de 2015.

En la provincia concurrirán a las municipales 324 listas, incluyendo todos los concellos y las entidades menores. Esa cifra se reparte entre siete zonas controladas por sus correspondientes juntas electorales: la de Pontevedra (formada por 21 municipios y la entidad de Arcos da Condesa), la de A Estrada (formada por dos municipios), la de Cambados (que controla nueve concellos), la de Lalín (seis), la de Ponteareas (nueve concellos y las entidades menores de Queimadelos y Vilasobroso), la de Tui (ocho concellos y las entidades de Camposancos, Chenlo y Pazos de Reis) y la de Vigo (seis concellos y las entidades de Morgadáns y Bembrive).

En el caso concreto de la comarca pontevedresa y su área de influencia se presentan 66 listas: además de las nueve de la capital, hay cinco en Poio, siete en Marín, ocho en Sanxenxo y cinco en Ponte Caldelas, mientras Barro, Campo Lameiro, A Lama, Cuntis y Portas cuentan con cuatro cada una y Cerdedo-Cotobade, Vilaboa, Moraña y Caldas de Reis tienen tres por cabeza.

El único partido que concurrirá en los 61 ayuntamientos de la provincia es el PP. Por su parte, al PSOE le faltan tres para hacer pleno, ya que en esta convocatoria no tendrá papeletas en Dozón, Mondariz-Balnerio ni Agolada. El BNG estará en todos menos en cuatro: Agolada, Valga, Rodeiro y A Cañiza.

De los resultados que salgan de las urnas en todos los concellos dependerá no solo la formación de las corporaciones y los gobiernos municipales, sino también el futuro de la Deputación. El Pleno de la institución provincial está formado por 27 diputados que en estos últimos cuatro años se han repartido entre el Gobierno bipartito formado por el PSOE y el BNG (con diez y cuatro miembros, respectivamente) y la oposición compuesta por el PP (con doce diputados) y el grupo electoral Son-Marea (con uno).

Hace cuatro años, socialistas y nacionalistas le quitaron el Gobierno de la Deputación a la derecha por primera vez en la historia democrática. En ese resultado había influído decisivamente el aplastante triunfo de los socialistas de Abel Caballero en el Ayuntamiento de Vigo, así como la pérdida de determinados feudos tradicionalmente conservadores. Queda por ver cómo serán las cosas a partir del próximo 26 de mayo.

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