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Lorenzo Novás, la memoria de un olvidado

LA FIGURA del fotógrafo Lorenzo Novás ha quedado diluida a lo largo de los años a la sombra Francisco Zagala, uno de los grandes de la fotografía de Pontevedra.

Lorenzo Novás Rarís nace en 1880 en Pontevedra. Hijo de Jesús María Novás Ruy-Suárez y Benita Rarís Trasande, fue el sexto de once hermanos entre los que se encuentra Ángel Novás, conocido concejal y procurador de Pontevedra. Padre de dos hijos, con Manuela Caneda , Purificación y Jesús Novás Caneda. Tío de Manuel Cuña Novás y primo de Juan Novás. Se distinguía por ser buena persona, desprendido, generoso, amante de la fotografía y autodidacta.

Aprende el oficio con catorce años de la mano de los mejores del momento: Francisco Zagala y Javier Pintos.

Cuando en 1898 Zagala solicita un fotógrafo profesional para su estudio tiene claro que Novás es el mejor. A partir de ese momento realiza trabajos de exteriores para Zagala Foto y otras de manera independiente. Fotos de la vida cotidiana de Pontevedra como de la Moureira y procesiones y fiestas como la de la Peregrina. Hay pocas referencias de fotografía de estudio, aunque hizo alguna serie con personajes populares de Pontevedra.

Cuando Zagala fallece en 1908, Lorenzo lo sustituye como fotógrafo de La Sociedad Arqueológica, y en 1927 pasa a ser el fotógrafo del Museo de

Pontevedra. «Novás se convierte en un especialista en fotos sobre inscripciones y relieves gracias a los consejos de Don Casto Sampedro», explica su nieto José Pidre Novás , con un estilo propio y muy personal fácilmente reconocible «por sus encuadres, su claridad, nitidez y demás particularidades que impregna en cada una de sus fotos».

Hacia 1911 se asocia con el fotógrafo Bernardo S. Cobián , y sobre 1917 funda con Juan Manuel Sáez Mon la sociedad fotográfica Sáez Mon y Novás. Un dato poco conocido es que Ruth Mathilda Anderson, a su paso por Pontevedra, se llevó algunas fotos suyas con la condición de citar públicamente la procedencia de las misma a través de la Sociedad Arqueológica. Además, colabora como fotoperiodista con el Almanaque Gallego, Vida Gallega, Estampa, Mondariz y diarios como El Diario de Pontevedra, El Pueblo Gallego, Galicia-Diario de Vigo y Faro de Vigo.

A los treinta y cinco años Novás es ya un fotógrafo reconocido y recibe, entre otros premios y distinciones, la Medalla de Plata en la Exposición regional de Lugo en 1915, en 1923 medalla en Londres con la fotografía Un Golfo y 1o premio en la Expo Pontevedra en 1925.

En 1945, para costear el tratamiento de su enfermedad, vende al Museo de Pontevedra ''1230 Clichés de los cuales 258 son de 18x24 cm. y los 972 restantes de 13x18 cm., de su archivo particular, de plena propiedad incluidos todos los derechos artísticos y de reproducción''. Sobre este punto existe una reivindicación por parte de la familia, ya que hay fotografías asignadas en la actualidad a otros fotógrafos cuya autoría corresponde al propio Novás.

Fuentes consultadas del Museo de Pontevedra afirman que están ''revisando los 1230 clichés y hay negativos de vidrio que sí corresponden a Zagala'' y puntualizan que ''la gran mayoría ya está asignadas a Novas aunque que se están estudiando de manera rigurosa las que todavía están en duda''.

Lorenzo Novás fallece en Pontevedra el 28 de agosto de 1946 y es enterrado en el panteón familiar de San Mauro. Sus descendientes conservan parte importante de su legado fotográfico. Es una verdadera lástima que un fotógrafo tan importante no tenga hoy en día el reconocimiento que se merece.

Fuentes: Descendientes de Lorenzo Novás Rarís y Museo de Pontevedra.

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