Opinión

Los peligros de la amnesia

LA FIGURA de Adolf Hitler parece que no está tan sola como se podía pensar. Ese pensamiento único de una Europa única da la sensación de que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue permeando en el viejo continente. Y lo hace en el lugar donde el nacional Socialismo se cebó de forma especial con la vida de las personas. no es un secreto que el dictador comenzó su cruzada bélica por Polonia porque consideraba que se trataba de un pueblo no apto para participar del mega proyecto. La calificación no superaba los estándares de la ideología radical y letal de quien comando Alemania durante la ante sala y la ii Guerra Mundial. Así que atacó y mató incontables personas por el mero hecho de ser judíos o polacos. La capital del país quedó destruida por las hostiles acciones militares.

Varsovia albergó, entonces, el gueto inolvidable que encarcelo miles de seres humanos en un amplio perímetro de la ciudad. Aquello llevó a muchos a los campos de exterminio. A otros a ser asesinados o perecer lentamente por la falta de agua y alimentos. A nadie se le olvida los brazaletes con la clasificación en función del lugar de nacimiento, el color de piel, la cultura o la religión. un marcado con la misión de llevar a cabo una selección. Sobre la vida en el interior del Gueto de Varsovia se han escrito innumerables libros y rodado otras tantas películas.

La memoria colectiva, cada vez que detiene la atención en la época, recuerda el sufrimiento que el extremismo provocó. La cárcel al aire libre en la que se convirtió esa hermosa ciudad. Hace unas semanas, 
grupos de extrema derecha convocaron una movilización patriótica – que fue secundada por 60.000 personas – por una "Polonia pura y blanca". Y fueron más allá: exigieron una Europa homogénea y libre de inmigrantes y refugiados. recuperando así el infumable discurso de la raza aria. Desgraciadamente, aquellas proclamas resonaron en una ciudad que había vivido uno de los hechos de xenofobia y odio más crueles del pasado Siglo XX. En las mismas calles donde se gestaba un exterminio sin precedentes, en la actualidad, se produjo un auténtico ultraje a los derechos humanos. El episodio no es menor; en concreto, resulta muy preocupante para quienes conservan y cuidan la memoria histórica como una excelente herramienta para no incurrir en dramáticos errores del pasado y evitar lagunas que pueden ser letales. Ya se sabe que los peligros de la amnesia colectiva pueden ofrecer resultados impredecibles y muy peligrosos. Solo es necesario abrir un libro de historia para caer en la cuenta de hasta donde se puede llegar.
 

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