Que los profesionales sanitarios tengan que fabricar o conseguir material de protección porque la Administración no se lo proporciona es otra de las quejas de los sindicatos. Buen ejemplo de ello es Luis Novoa, doctor en el centro de salud de A Parda, que el pasado lunes regresó a su puesto después de 14 días aislado como sospechoso de portar el coronavirus, ya que atendió al primer paciente de Covid-19 que después ingresó en Montecelo y presentó síntomas compatibles. Finalmente, dio negativo, pero no olvidará lo mal que lo pasó estas semanas. Tardaron diez días en hacerle la prueba y se sintió absolutamente "desamparado" por sus superiores.
Volvió a su puesto el lunes con un sistema de protección hecho por usted mismo.
Sí. Durante la cuarentena construí una pantalla de protección facial que inventé yo mismo. Es transparente, una lámina que además me cubre las gafas. Dije: después de esto no me va a pasar ni una gota, ni un virus. También pensé en el tipo de ropa y en los zuecos. Llevo pijamas y batas y me cambio tres o cuatro veces al día.
¿No tienen equipos de protección individual (Epi) en A Parda?
Ahora, por fin, tenemos mascarillas, no como cuando llegó el primer caso de Covid-19, al que yo atendí. Pero estas mascarillas son quirúrgicas, tampoco valen para casos positivos. Habría que llevar Epi especiales.
¿Qué medidas llevan a cabo en el centro de salud para evitar nuevos contagios?
El centro está abierto como siempre, pero tratamos de que cuanta menos gente venga mejor, para evitar el riesgo de contaminación. Todo lo que se pueda resolver por teléfono se hace así, no solo para contagiar pacientes sino para protegernos nosotros, que somos los soldados en la primera línea.
¿Qué consejo daría para evitar la propagación del virus?
Queremos aislar al virus, no que el virus nos aisle a nosotros. La gente tiene que tomárselo en serio, cumplir el confinamiento, evitar espacios públicos, llevar mascarilla... Aquí vamos a destiempo, porque ya se vio lo que pasó en Madrid.
