"Hay que mantener la franja de los mayores, los problemas de la inmovilidad son muy graves"

La circulación del coronavirus en el área es "mínima" y se mantendrá así hasta el "intercambio entre poblaciones". En cambio, el doctor Rodríguez ve riesgos de expansión en algunas acciones, como el uso de guantes en la hostelería, y aboga por una desescalada que proteja a la tercera edad. El acceso a playas, con control policial, y "nada de conciertos"
Juan Carlos Rodríguez, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. GONZALO GARCÍA
photo_camera Juan Carlos Rodríguez, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. GONZALO GARCÍA

El jefe de Medicina Interna del CHUP, Juan Carlos Rodríguez, respalda el levantamiento de barreras en el área empresarial, pero lejos de bajar la guardia frente a la Covid-19. A su juicio, el desconfinamiento tiene puntos débiles y la población dista de estar blindada de cara al próximo invierno.

La incidencia del coronavirus SARS-CoV-2 se ha desplomado en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. ¿Se puede decir que ha dejado de circular?
La evidencia dice que la circulación, aunque existe, es mínima, tras tantas semanas de alerta social sin movilidad entre provincias. El riesgo actual es muy bajo y lo será hasta que haya un intercambio real de poblaciones en España y entre países. Sin embargo, esto no debe ser motivo para que no sigamos con la rutina y perfeccionando las medidas de prevención y control.

Pese a los buenos datos, las autoridades han declarado la obligatoriedad de llevar mascarillas en lugares públicos. ¿Qué le parece?
Me parece muy acertado y esencial. Los mayores expertos en estas epidemias, de países asiáticos donde luchan con más frecuencia con estos problemas, nos lo están advirtiendo. Las mascarillas deben ser obligatorias ante situaciones que nos colocan a menos de dos metros de otras personas, sobre todo en lugares donde se concentra la población, como pueden ser los medios de transporte.

Hay previsiones que apuntan hacia un rebrote y otras hacia una desaparición natural del virus. ¿Cómo cree que será la evolución de la pandemia en nuestro entorno?
Haciendo las medidas de prevención de forma adecuada deberían surgir sólo casos esporádicos, que habrá que controlar de forma rápida y adecuada con medidas de aislamiento y estudio de contactos. Como ocurre con otros virus respiratorios, la situación en invierno se complicará mucho en ausencia de vacuna y mucho más si no salen fármacos eficaces. En este último caso nos espera un invierno muy duro, especialmente si coexiste con otros virus, como el de la gripe o el sincitial; por eso es aconsejable que, al menos, este año nos vacunemos todos frente a la gripe.

"Se podrían habilitar instalaciones para que los mayores que viven solos o con menores pasen el invierno bajo supervisión de sanitarios y servicios sociales"

Ya tenemos los dos pies en la segunda fase de la desescalada. ¿Qué le parece la estrategia de desconfinamiento?
Mi mayor preocupación es la falta de conciencia sobre la potencial gravedad y el riesgo de recurrencia de esta infección pandémica. Un factor importante que observo es que en cafeterías, terrazas y otros locales hay trabajadores que atienden de forma habitual con guantes y no los cambian o lo hacen muy escasamente. Este es una situación muy peligrosa que hay que erradicar cuanto antes. La contaminación de los guantes es muy frecuente y puede provocar la contaminación inmediata de todo lo que se toca con ellos. Lo adecuado es el lavado de manos con solución hidro-alcohólica antes de atender y manipular los productos de cada cliente. Y si por alguna razón se lleva guantes, debemos de higienizarlos de igual forma.

El verano está al caer y con el los turistas. ¿Es un riesgo real para la expansión del virus?
Tenemos que ir incorporándonos a las actividades de forma responsable y en la mayor medida posible, porque si destrozamos la economía, generaríamos un problema aún mayor que la pandemia. Pero no hagamos idioteces: mantengamos las distancias, utilicemos mascarillas y evitemos aglomeraciones. Esto debe ser una máxima, nada de conciertos u otras congregaciones masivas.

La visita a las playas suscita debate. ¿Cómo debería hacerse?
Creo que habría que mantener algún control, quizás a través de policía y voluntarios, y proporcionar información, mucha información y concienciación. En principio, el verano es un periodo adverso para este virus respiratorio, el cual además tiene ciclos previsibles cada dos semanas en su manifestación. Por ello, las autoridades deben vigilar muy estrechamente las estimaciones de contagios y actuar en consecuencia y según las diferentes zonas.

La incidencia en mayores de 65 triplica a la detectada en menores de 18. ¿Cómo se debe manejar este grupo de población?
La prevalencia, gravedad, letalidad y consecuencias de la enfermedad aumentan de forma exponencial con la edad y las co-morbilidades. Por eso las personas de más de 65-70 años o que padecen enfermedades crónicas, incluida una obesidad importante, tienen que saber que presentan un riesgo elevado de contraer la infección y sus complicaciones. En mi opinión es indispensable que se mantenga la franja horaria para mayores, porque necesitan salir, ya que los problemas de la inmovilidad y aislamiento son muy graves y deben ser respetados al máximo por el resto de la ciudadanía. Nunca cerca de niños y bien protegidos. Y si el invierno se complica, los que viven solos o en compañía de menores, necesitan una protección específica. Se podría valorar habilitar instalaciones para que pasen el invierno bajo supervisión de sanitarios y servicios sociales.

Las autoridades manejan distintos escenarios para la vuelta a las aulas el próximo curso. ¿Cuál sería el más aconsejable?
No hay respuesta única porque en gran medida depende de la decisión de los padres. La información actual nos dice que el coronavirus es más leve en menores de 15 años, con un número muy bajo de casos graves y sobre todo de muertes. Esto es así con la excepción de los niños afectados por procesos crónicos graves: cardiopatías, diabetes, neumopatías evolucionadas o muy obesos. Estos colectivos aglutinan la mayoría de los casos graves y por eso cabe tomar con ellos muchas precauciones. Por otro lado, los niños, al igual que los mayores, deben ser educados en higiene, mantener la separación adecuada en las clases y ante cualquier clínica compatible apartarlos. Si hacemos esto, la incidencia de la infección en este colectivo será muy baja. Pero han de ser los padres los que tomen la decisión, entendiendo que tal medida ocasionará, aunque pocas, algunas muertes, como otras actividades cotidianas como los accidentes de tráfico.

"Tenemos que hacer test fiables y poner a los trabajadores inmunizados en primera línea"

La vacuna ¿para cuándo?
Hay algunas que tardan diez años y otras, como la del VIH, que llevan más de 30 años en investigación. De todas formas, soy optimista y espero que en torno a dos años, ojalá antes del invierno del 2021, la tengamos y esté disponible. Mientras confío que podamos descubrir fármacos que mitiguen o eviten la enfermedad.

¿Cómo debemos enfocar el próximo invierno?
Debemos hacer un control intensivo de la evolución del virus, observando su actuación en el hemisferio Sur, en su invierno actual. Y no podemos cometer los mismos errores que en marzoabril. Tenemos que saber cuánta población se ha inmunizado, hacer muchos test fiables, poner a los trabajadores inmunizados en primera línea, y tener provisiones suficientes de material de protección, fármacos y respiradores.

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