Marea plantea una rebaja de los sueldos que no cala en la Corporación

El nuevo grupo planteó una reducción mínima del 10 por ciento, pero la alcaldesa los considera "muy equilibrados"
La alcaldesa, María Ramallo, con los ediles de la oposición al fondo
photo_camera La alcaldesa, María Ramallo, con los ediles de la oposición al fondo

Densa, larga y llena de desencuentros. Así puede definirse la primera sesión plenaria de la Corporación celebrada ayer, en la que no se logró ni un solo acuerdo por unanimidad. Los ediles de Marea Veciñal y del PSOE fueron los más beligerantes con el Gobierno local, los primeros en su demanda por una rebaja de los retribuciones municipales y los segundos por su desacuerdo con la composición de las comisiones informativas.

"Propoñemos, cando menos, unha rebaixa do dez por cento dos salarios dos edís con adicación exclusiva e nas retribucións ao resto do concelleiros", explicó su portavoz, Sandra Pesqueira, quien matizó que "os que vimos aquí facémolo de xeito voluntario e non como un traballo ou unha forma de vida, polo que entendemos que aqueles que teñan adicación exclusiva teñan uns salarios dignos para vivir, pero non parece normal que a alcaldesa de Marín vaia cobrar máis cós rexedores de Santiago ou A Coruña".

La alcaldesa, María Ramallo, que en este asunto tuvo el apoyo del resto de grupos, aunque solo fuese por evitar entrar en el debate, recordó que "en este mandato se mantienen los mismos salarios que desde hace ocho años, que ya sufrieron una rebaja del cinco por ciento cuando también se le aplicó a los funcionarios".

Asimismo, incidió en que "los sueldos de las personas con dedicación exclusiva están equiparados con varias escalas de los funcionarios: el de la alcaldesa un euro más que el empleado municipal que más cobra, el del teniente de alcalde igual al del jefe de servicio de Urbanismo y el de la concelleira de Medio Ambiente equiparado al de un técnico de administración general".

Demagogia. "La austeridad que ustedes indican puede llevarnos a una carrera sin límites, cuando en realidad entendemos que son unas retribuciones equilibradas y sensatas, a las que no sumamos ningún tipo de gasto o dieta a mayores, al igual que las previstas para las indemnizaciones por asistencia a comisiones y plenos, que suponen el respaldo al trabajo de todo el mes en el Concello y no solo retribuir esa presencia en la reunión", añadió María Ramallo Vázquez.

El edil Aarón Franco profundizó en las críticas de Marea señalando que "non deberían vostedes compararse cos funcionarios, aínda que pretendan ser políticos profesionais", añadiendo que "estamos nun momento de emerxencia social, dunha opresión evidente aos traballadores, dunha merma de salarios en xeral, polo que entendemos que por unha cuestión de ética e empatía cos veciños non sería ningún drama unha rebaixa do dez por cento, xa que estas retribucións non se axustan á realidade social nin son sensibles cos problemas da xente".

"Los tres ediles con dedicación exclusiva dejamos nuestros trabajos para estar aquí, pero de profesionales de la política poco. Personalmente, estuve diez años en la oposición y trabajando fuera de aquí", inquirió Ramallo, añadiendo que "será mejor no compararnos con A Coruña o Santiago hasta que sepamos las retribuciones que recibirán por asistir a otros órganos o por dietas".

"Los salarios previstos en Marín, que son los mismos de los últimos ocho años, están dentro del margen legal, que permite hasta diez dedicaciones. Es fácil hacer demagogia con estos asuntos, pero no parece que ustedes vayan a renunciar a los importes que les corresponden por su actividad municipal". Finalmente, añadió que "a la vista de los resultados electorales la gente no está muy descontenta con nuestra forma de gobernar".

El debate regresó, por tercera vez, cuando se designó a la alcaldesa como representante del Concello en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria. "Nós estamos en contra da poligamia política. É dicir, cada persoa debe ter un cargo e non unha acumulación como a súa, xa que supón cobrar máis cartos doutros ‘chiringuitos’. Estas conductas os veciños coñécenas como as dos ‘chupóns’", señaló José Manuel González.

La alcaldesa, en este caso visiblemente enfadada, lamentó el uso de calificativos de este tipo y recordó que históricamente es el alcalde el que ostenta esta representación. "Son seis o siete reuniones al año y lo que recibo ahí lo ingreso directamente al partido. Lamento que pueda pretender que alguien tenga un concepto tan feo de mí", indicó.

"Nós cremos que quen ten unha boa remuneración debe renunciar a acumular outras e mesmo podería ir outro membro do PP a estas reunións, salvo que teña vostede falta de confianza nos seus compañeiros ou se considere imprescindible", señaló González Dopazo, a lo que Ramallo cortó matizando que "estoy muy bien acompañada por las once personas que formamos el equipo".

En este asunto los demás grupos no llegaron a pronunciarse, salvo una referencia del socialista Juan Muradas, quien recordó a la alcaldesa que "en 2003 esa equiparación del sueldo del alcalde al funcionariado no le valía, aunque luego cambió de opinión".

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