Opinión

Marín, monumento al 'Laboral'

GRACIAS A la Deputación de Pontevedra que lo donó y a la Escola de Canteiros que lo construyó –y a la aportación por parte del Concello de Marín de medios humanos y materiales para facilitar su instalación– los Antiguos Alumnos del Instituto Laboral de Marín inauguran el próximo viernes un monolito en memoria de quienes hicieron posible la creación del añorado Instituto Laboral da Cañota así llamado por el lugar donde tuvo su ubicación. Precisamente será en la plazoleta de este popular poblado, denominado oficialmente Barriada de Pescadores Virxe do Porto, donde se instalará quedando así inmortalizado el hecho histórico que se producía en 1955 con la apertura del aquel centro de enseñanza, primera piedra del actual Instituto de Marín. Como anécdota debo añadir que el cambio de nombres que sufrió fue de lo más diverso. Cuatro tuvo antes de llegar a ser el hoy Illa de Tambo: Instituto Laboral, Instituto Técnico de Enseñanza Media, Instituto Nacional de Bachillerato e Instituto Salvador Moreno.

En el Laboral da Cañota fueron centenares de alumnos los que allí, bajo el lema que reza en su escudo Per fidem et laborem (del castellano a través de la fe y el trabajo) recibimos educación, estudio y formación profesional y esto es lo que también nos recordará simbólicamente el monumento a inaugurar.

La historia del Laboral nos retrotrae a principios de los años 50 del siglo pasado. Eran años en los que Marín clamaba por un centro de educación público donde los hijos de las familias humildes, la mayoría de pescadores, pudieran acceder a una formación académica y profesional, lo cual no era fácil en aquellos tiempos en los que tan solo existían dos instituto en la provincia, uno en Pontevedra y otro en Vigo.

La solución llegaría con la creación en España de los Instituto Laborales, disposición del Gobierno que atrajo la atención del alcalde Francisco Pérez Crespo, quien solicitó para Marín un centro de aquellas características en la modalidad Marítimo Pesquera –por ser la pesca el recurso más importante de vida de la población marinense– gestionando su consecución con la implicación del Ayuntamiento y de otras administraciones como, por ejemplo, la Diputación de Pontevedra. Madrid atendió la petición con la condición de que se pusieran a disposición de Educación los terrenos donde construir el instituto lo cual en aquel momento era un problema, pero Pérez Crespo lo resolvió de manera muy eficaz iniciando el expediente para su adquisición habilitando mientras tanto como aulas y de manera provisional varios locales vacíos destinados al Instituto Social de la Marina y viviendas de la susodicha barriada. Y es así como en 1955 se inaugura el primer curso del Laboral de A Cañota con una concurrida matriculación de alumnos y un grupo de escogidos profesores y profesoras que impartirían la enseñanza Media y FP bajo el lema antes citado de per fidem et laborem, como nos lo recordará para siempre el monolito a inaugurar el próximo viernes.

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