La comida casera, deliciosa y barata, acompañada de un buen vino de la casa y servida en un lugar "enxebre" hace que cada vez más los furanchos sean establecimientos atractivos tanto para los vecinos y vecinas como para los visitantes. Y la villa marinense tiene seis de ellos operativos durante la Semana Santa.
Concretamente, los locales que servirán sus excedentes de vino junto a una tapa se sitúan en los lugares de A Brea, Castro, Moledo, Pastoriza, Cernello y Allariz. Tal y como confirma el Gobierno municipal, estos seis establecimientos han sido los primeros en solicitar la autorización al Concello para poder ejercer la actividad hasta que terminen su vino casero. Tres personas más han solicitado también su apertura, aunque ya no llegarán a tiempo para ejercer su actividad durante estos días festivos.
Algunos de estos furanchos, como el de A Brea, ha podido ejercer de nuevo su actividad después de varios años, debido al cambio de normativa municipal que la Corporación aprobó hace un año.
Y es que algunas de las personas que tradicionalmente habían vendido los excedentes de sus cultivos vinícolas en la villa tuvieron que dejar de hacerlo al aprobarse el PXOM. El documento urbanístico restringía la actividad de los furanchos a aquellos establecimientos que se encontraban ubicados sobre suelo rústico. El problema de esa catalogación es que algunas zonas, catalogadas como suelo urbano, tienen una vida y un entorno totalmente rural. Así, gracias a la nueva normativa, algunas personas se han podido sumar este año a la actividad de los furanchos y vender sus excedentes de vino.
Entre las condiciones que deben cumplir estos locales están el no servir vino embotellado u ofrecer como máximo cinco tapas diferentes, entre otras.
