El obligatorio uso de la mascarilla en la calle y en otros espacios abiertos al público sigue siendo una asignatura pendiente para algunos ciudadanos. Así se desprende de los últimos datos facilitados este lunes por el Concello de Pontevedra, en los que se revela que durante el pasado fin de semana la Policía Local denunció a seis personas por no llevar el correspondiente cubrebocas, un elemento de protección esencial para evitar contagios de coronavirus.
La portavoz del Concello, Anabel Gulías, apeló es a la «responsabilidade individual» de los pontevedreses para contener la incidencia de la covid-19 y respetar las normas que establezcan las autoridades sanitarias durante las distintas fases de la pandemia.
La sanción por no llevar mascarilla o por utilizarla de forma incorrecta, por ejemplo por debajo de la nariz, asciende a cien euros.
Gulías también informó de que los agentes municipales no registraron ninguna intervención por incumplimiento de horarios durante el sábado y el domingo, días en los que convivieron dos limitaciones. La primera de ellas, impulsada por la Xunta y en vigor desde el verano, es la que obligaba a los negocios de hostelería a cerrar sus puertas a la una de la madrugada. La directriz también impedía la entrada de nuevos clientes a partir de medianoche, momento en el cual no podían servirse nuevas consumiciones.
Esta norma decayó, en la práctica, el pasado domingo por la tarde con la entrada en vigor del nuevo estado de alarma decretado por el Gobierno central para todo el país. En la resolución estatal se establece un toque de queda que restringe la movilidad de las personas, que no podrán estar en la calle entre las 23.00 y las 6.00 horas. La medida puede adelantarse o atrasarse una hora si así lo deciden las correspondientes comunidades autónomas, que son en las que tienen las competencias en materia sanitaria.
Además de la Policía Local, el plan de contingencia de la covid-19 también está siendo vigilado por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que desde este lunes ha incrementado los controles en el centro de Pontevedra para asegurarse de que la ciudadanía cumple con normas como el obligatorio uso de las mascarillas tanto dentro de negocios como en la calle o los límites horarios del toque de queda.
986 833 080. Es el teléfono al que pueden llamar los ciudadanos para poner en marcha el servicio.
