La primera mitad del mes de julio nos está regalando días de mucho calor, con temperaturas que llegan a superar los 34º grados, lo que invita a pasar un día entre el mar, el sol y la arena. Siempre con medidas de protección ya que en los tiempos que corren no se puede ir a la playa de cualquier manera.
Preparar la bolsa con las cosas necesarias para pasar la jornada en la playa parece una tarea sencilla, pero son muchos los accesorios que se van sumando al kit de básicos.
El bañador y la toalla son fundamentales, pero no se acaba ahí, cada vez la gente lleva más cosas para que sea un día completo, divertido y cómodo.
La protección en una jornada de sol siempre ha sido primordial, pero este año hay que protegerse por partida doble.
Por un lado, contra el coronavirus, que sigue estando ahí, por lo que es imprescindible llevar la mascarilla siempre en las entradas y salidas de los arenales hasta llegar al lugar en el que vamos a desplegar nuestra toalla y siempre que no se pueda garantizar una distancia de seguridad mínima, sobre todo en los últimos días, que las playas están llenas de gente.
Por otro lado, este año la crema de protección solar es más importante que nunca debido a que los tres meses de confinamiento también han afectado a la piel, haciéndola más sensible ya que a pesar de que el sol y el calor sean los mismos que otros años la dermis se comporta de una forma diferente, no ha pasado por una exposición al sol de manera gradual en los últimos meses y no está preparada para enfrentarse a fuertes rayos UVA.
Este año la crema de protección solar es más importante que nunca. La piel no está preparada para fuertes rayos de sol
Con el objetivo de evitar quemaduras, principales causantes del cáncer de piel, del fotoenvejecimiento y las manchas, debemos protegernos desde el primer momento.
SOMBRILLAS. Otro de los elementos que no faltan en las playas para protegerse del sol y evitar golpes de calor son las sombrillas. Se han convertido en un clásico que llena de color los arenales, ya que son muy pocos los que se atreven a pasar un día de playa sin la protección y resguardo de estos parasoles.
Junto a las sombrillas, si hay algo que cada año se va sumando a los objetos fundamentales son las sillas o tumbonas de playa. Aunque algunos están más que satisfechos con solo una toalla cada vez son más los que se suman a la comodidad de una silla. Tienen como ventaja su versatilidad y su facilidad para llevarlas de un lado a otro.
Si el plan incluye comer en la playa nunca falta un pequeña nevera con mucha agua, fruta y comida fresca.
En los últimos años los flotadores se han convertido en el accesorio estrella, aunque siempre fueron muy recurrentes, actualmente se han reinventado y tienen tamaño XXL.
El clásico patito amarillo en tamaño gigante se está convirtiendo en tendencia y junto a él se pueden ver nadando en las orillas de los mares sillones flotantes, flamencos, cisnes, piñas, pizzas...
Para pasar un buen rato, son muchas las cosas que se pueden llevar para jugar aparte de los flotadores.
Las más comunes son las raquetas o las pelotas de volley playa, ya que muchos arenales están dotados de redes para poder jugar .En el caso de ir a la playa con niños los cubos, palas y castillos para poner a prueba la creatividad de los más pequeños siempre son la mejor opción.
