La mayor encrucijada de la pastera

Por primera vez, Ence habla oficialmente de su posible marcha de Galicia, pero la empresa está dispuesta a agotar todas sus bazas judiciales para seguir en Lourizán, donde sus beneficios superan los 60 millones anuales
Imagen de la marcha del jueves, en Madrid. EFE - Ence
photo_camera Imagen de la marcha del jueves, en Madrid. EFE

Ence se juega a la cara o cruz de una decisión judicial el futuro de su planta en Galicia. La batalla del Concello de Pontevedra y la APDR contra la prórroga de 60 años aprobada por el último gobierno de Mariano Rajoy tomó en 2018 un cariz alarmante para la pastera. Un giro de 180 grados en la Abogacía del Estado, promovido por la nueva política de transición ecológica del Ejecutivo de Sánchez, dejó sola a la firma que dirige Ignacio Colmenares ante una Audiencia Nacional que podría anular, ahora sí, el permiso de permanencia firmado hasta 2075, para reducirlo como mucho a 2033. Éstas son las claves de la mayor encrucijada de la historia de Ence en Lourizán.

¿Por qué está en entredicho la prórroga de Ence y qué sucederá con ella?

A su llegada a la Moncloa, Pedro Sánchez encargó a la Abogacía del Estado un informe sobre la postura a seguir con la avalancha de prórrogas que se avecinaba para las concesiones a punto de caducar en la franja de dominio público-terrestre. Los mismos letrados que bendijeron en 2015 la extensión de los permisos de Ence por 60 años más, al amparo de lo escrito en la Ley de Costas de 1988, concluyeron ahora que es preciso limitar a 75 años la permanencia de estas empresas, pero contados a partir de su instalación y no desde la fecha de la última prórroga. Para ello se impulsó una modificación del Reglamento aprobado en 2014, un cambio legal que sigue en tramitación y pendiente de la formación del nuevo Gobierno en España. La renovada directriz es la que políticamente tiene asumida el PSOE como modelo para toda la costa, con la excepción de las actividades que demuestren que tienen que estar al lado del mar o que no son trasladables. Según el Ministerio de Transición Ecológica, Ence no tiene porqué estar pegada al océano y es susceptible de operar en otro punto más alejado (cuestión aparte es el coste de la operación).

La Audiencia Nacional debe decidir en breve, y algunas fuentes jurídicas apuntan que podría ser incluso antes de final de año, si atiende los argumentos de los recurrentes o las alegaciones de Ence, que ya no está defendida por la Abogacía del Estado. Si la pastera pierde, podría entenderse que su permanencia en Lourizán sólo está garantizada hasta 2033, y no hasta 2075 como dejó firmado Rajoy. En todo caso, digan lo que digan los jueces, habrá recurso de los perdedores y el asunto seguirá un tránsito judicial que podría extenderse entre tres y seis años más según los expertos consultados.

¿Se irá de Galicia Ence? ¿Qué efectos tendría su marcha?

La empresa ha dicho oficialmente que sí, y que probablemente fijaría su punto de mira en Sudamérica para replicar una fábrica similar o más grande. El coste de la nueva instalación no baja de los 700 millones de euros y el argumento utilizado es que en Sudamérica la madera crece el doble de rápido, cuesta un tercio de lo que vale en Galicia y todo ello con una mano de obra un 75% más barata que en España.

La desaparición de Ence enviaría al paro a sus 400 trabajadores de Lourizán, a los que habría que sumar 2.700 empleos de contratistas auxiliares de las áreas industrial, logística y del transporte, así como 2.100 puestos más del sector forestal gallego. Diariamente entran en la fábrica 300 camiones. Ence exporta el 95% de su producción y significa el 50% de la actividad del puerto de Marín. El sector forestal gallego genera en Galicia 20.300 empleos y factura 2.400 millones de euros.

¿Es verdad que no existe alternativa para Ence en Galicia?

Es una duda difícil de aclarar. La empresa dice que no, por sus necesidades específicas de caudal de agua, proximidad a la masa forestal y facilidad de exportación en un puerto dotado de capacidad suficiente. Lo cierto es que la Xunta, durante la presidencia del socialista Pérez Touriño, ya intentó crear una mesa de diálogo para localizar algún emplazamiento, y la Zona Franca de Vigo sigue diciendo que es viable encontrar espacios. Otra cosa es hablar de costes. A la empresa le saldría siempre más caro y menos rentable quedarse en Galicia que contemplar opciones como la de Sudamérica, siempre y cuando no hubiera facilidades (tanto financieras como de suelo y equipamientos) pactadas de antemano. En cualquier caso, nadie puede obligar a una empresa privada a permanecer en Galicia, ya que ésta responde únicamente ante su junta de accionistas.

¿Cuánto gana Ence en Pontevedra?

Según las cuentas de 2018, Ence repartió 63 millones en dividendos, a partir de un beneficio neto de 129 millones en su balance. Su plan estratégico contemplaba inversiones superiores a los 300 millones en Galicia hasta 2023. La idea era ampliar la capacidad, mejorar la tecnología y abrirse a la producción de biomasa. Ahora mismo todas están congeladas, a la espera de lo que suceda con la prórroga de su concesión. La propia compañía cifró en 185 millones el impacto en sus cuentas de un cierre, tanto por las obras de desmantelamiento y el necesario ERE sobre sus 500 empleados como por la pérdida de un activo que el año pasado generó 60 millones de euros de beneficio.

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