La medicina pone el foco en un proyecto pontevedrés sobre la prevención del cáncer

El grupo de Oncología de Adicam investiga las propiedades de la planta Bryoplhyllum para evitar la aparición de tumores en mujeres

Pedro Pablo Gallego, Lidia Rojo y Jorge Cameselle, este miércoles, en el Teatro Principal. OLGA FERNÁNDEZ
photo_camera Pedro Pablo Gallego, Lidia Rojo y Jorge Cameselle, este miércoles, en el Teatro Principal. OLGA FERNÁNDEZ

El grupo de investigación de Oncología Clínica de Adicam (Asociación de Diagnosticadas de Cáncer de Mama) ha despertado el interés de la medicina internacional gracias a un proyecto de investigación que estudia las propiedades de una planta para prevenir la aparición del cáncer.

El plan es pionero en su especie pues es el primero que centra los esfuerzos en evitar la aparición del tumor en lugar de volcar la atención en el tratamiento. La planta en cuestión responde al nombre de Bryophyllum, pertenece al género Kalanchoe y hay asociaciones que le atribuyen innumerables capacidades para paliar lesiones y enfermedades relacionadas con daños celulares, entre muchas otras dolencias.

El líder del proyecto es el doctor en Medicina y Cirugía Jorge Cameselle, que está entregado en cuerpo y alma a la causa. Los orígenes de la investigación se remontan a 2013, cuando el facultativo empezó a recibir en su consulta a mujeres diagnosticadas de cáncer sin relación entre sí que le confesaron recurrir a esta planta, "siguiendo los consejos publicados en las redes sociales" por otros enfermos.

Al principio, el doctor se alarmó "por los posibles efectos" del consumo y la falta de información fehaciente, pero pronto empezó a tirar del hilo, hasta llegar al punto de iniciar pesquisas sobre las propiedades de la planta. Las conclusiones del primer estudio científico fueron que, en dosis bajas, la Bryophyllum no es tóxica, "algo determinante" para lo que vendría después. Además, esto coincidió con la aparición de publicaciones sobre la quimioterapia metronómica (quimioterapia a dosis bajas), cuya base "nos dio la clave para el proyecto de investigación". Básicamente, el método aboga por administrar quimioterapia en dosis bajas en forma crónica, con intervalos regulares y sin períodos prolongados de descanso para mantener a raya la totalidad de las células cancerígenas.

RETOS. Ahora mismo el proyecto se encuentra en la tercera fase de un ensayo clínico que trata de averiguar si realmente los principios bioactivos de la planta Bryophyllum son eficaces a la hora de frenar la aparición del cáncer.

El estudio ya cuenta con "centenares de voluntarias" del área de Pontevedra que han aceptado beber durante dos años una botella de 100 mililitros al mes de una bebida patentada por la asociación con compuestos de la planta en cuestión. El proyecto, que ya lleva 14 meses de recorrido, tiene una duración prevista de diez años, si bien Cameselle confía en obtener "los primeros resultados preliminares" al superar legar al ecuador, "en cinco años".

Las participantes son mujeres de entre 35 y 70 años que se encuentran sanas. Por cada integrante el equipo de investigación un grupo de control de dos mujeres con la misma edad, el mismo hábito tabáquico y antecedentes similares de cáncer. "Así eliminamos los sesgos de confusión", precisa el doctor.

El proyecto contempla la monitorización de las participantes para examinar la evolución clínica de las féminas que han tomado la bebida y las que no. El objetivo es llegar a las 1.000 voluntarias, "pero las incorporaciones deben ser graduales, porque esto lo hacemos de forma totalmente gratuita y altruista y la financiación es la que es". Cada botella de tratamiento tiene un coste aproximado de "140 dólares".

Las plantas crecen en invernaderos gestionados por asociaciones de personas con discapacidad, para las que esta tarea sirve, además, de terapia ocupacional. De todos modos, el equipo ya trabaja en la sintetización de los principios activos de la planta, con vistas a exprimir sus propiedades sin salir del laboratorio. La totalidad del equipo "se deja la piel" en todos los frentes, "pero merece la pena", asegura Cameselle. En sus manos está la posibilidad de ofrecer un halo de esperanza para una de las lacras del siglo XXI, sin multinacionales de por medio y con el apoyo exclusivo de ONG.
 

Presentación en el Principal

El doctor Jorge Cameselle presentó ayer en el Teatro Principal los objetivos del proyecto de investigación y las posibilidades que ofrece la vía de la prevención tumoral. En su disertación fue acompañada de las ponencias de otros dos miembros del equipo: el profesor de Fisiología y Biotecnología Vegetal de la UVigo, Pedro Pablo Gallego y la ingeniera agrícola Lidia Rojo de Dios, encargada de gestionar la plantación de la Kalanchoe en los invernaderos adheridos al proyecto.

El equipo se completa con la doctora Esther Barreal y Pascual García y una colaboradora de Estados Unidos, la profesora María Beatriz Villar, del Northampton Community College de Pennsylvania.

Prueba del interés suscitado por el proyecto en la comunidad científica internacional es que una importante editorial americana (Springer Science Books) se ha interesado por la investigación de Adicam, hasta el punto de dedicarle un capítulo en una de sus próximas publicaciones.

 

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