Tres meses sin rastro del silledense Julio Fernández

El paradero del septuagenario sigue siendo una incógnita ▶ La investigación está abierta, pero no existe ningún indicio

Julio Fernández Vázquez.DP
photo_camera Julio Fernández Vázquez.DP

En la mañana del 11 de octubre de 2018 avisó a su hermano, con el que vivía, de que salía a dar un paseo, pero ya no regresó para comer. Este viernes, justo tres meses después, nada se sabe del paradero de Julio Félix Fernández Vázquez, silledense de 72 años al que familiares, vecinos, voluntarios, personal de emergencias y agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local buscaron intensamente durante casi un mes. A partir de ahí, los rastreos se sucedieron, aunque más esporádicos y ya realizados por iniciativa de sus allegados. Pero los resultados han sido nulos. No hay ni el más mínimo indicio del paradero del septuagenario, que padecía alzhéimer.

La pista se le perdió en la parroquia de Martixe, cerca de la iglesia. Allí lo vio caminando un vecino, con el que intercambió un saludo. Fue entorno a la una de la tarde. A partir de ahí, nada más se supo de su destino. Una vez activada la alerta por la desaparición fueron varios los avisos de su posible avistamiento en zonas próximas a la vivienda e incluso en parroquias de A Estrada y Vila de Cruces, pero sin resultados positivos.

Se le buscó a pie, en coche, en quads y con un helicóptero y se utilizaron perros del Servicio Cinológico Central de la Dirección General de la Guardia Civil desplazados desde Madrid. Suspendida la búsqueda bajo la coordinación de la Benemérita, sus familiares siguieron realizando batidas por su cuenta, dando paseos por la zona fijándose en cada detalle, esperanzados también ante la posibilidad de que los cazadores que iniciaron la temporada pudiesen toparse con alguna pista. Pero hasta el momento no ha habido resultados.

PRUEBAS DE ADN. La investigación continúa abierta, pero la Guardia Civil no tiene ningún indicio que le pueda llevar al lugar donde podría estar el cuerpo de Julio Félix. Se han valorado muchas hipótesis, pero ninguna fiable. Una vez paralizada la búsqueda, en noviembre, agentes de la Policía Judicial tomaron muestras de ADN de los hermanos del septuagenario y del propio desaparecido, valiéndose de sus enseres personales, como las cuchillas de afeitar que utilizaba.

La Benemérita volverá a activar el rastreo siempre y cuando surja alguna nueva pista fiable.

"Foi un Nadal duro; o peor é non saber onde pode estar" 

"De cando en vez damos paseos, pero moi escasos, porque xa non sabemos nin a onde ir. Se tiveramos algunha pista... pero non temos nada", explica Paula Fernández, sobrina del desaparecido.

La familia se ha reunido en Navidad, aunque fue "duro, raro, porque estabamos xuntos, pero o seu sitio estaba baleiro, e sen saber ónde pode estar, que é o peor", admite la joven. Solo la aparición de un indicio, de una pista fiable, haría retomar de nuevo la búsqueda.