"Ninguna sociedad puede prescindir del 25% de su población"

Pontevedra acoge tres días de debates y propuestas para la atención a la población más longeva

Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Sociedade de Xerontoloxía. DP
photo_camera Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Sociedade de Xerontoloxía. DP

La sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría lleva 31 años organizando el congreso en Pontevedra. En los tiempos que corren, el envejecimiento de la población es una realidad que preocupa a los estados.

Cada vez una mayor parte de la población tiene una edad avanzada. ¿Estamos preparados?
Galicia está entre las comunidades más envejecidas, por detrás de Asturias. Lo curioso es que tiene dos provincias, Ourense y Lugo, que están entre las diez más envejecidas de Europa. Concretamente, la provincia de Ourense ocupa el segundo lugar después de una región griega, según Eurostat. No estamos preparados para el cambio porque asumimos que la vejez es un problema, cuando en realidad es una conquista. Es resultado de nuestro estilo de vida, aunque también de los movimientos migratorios. La OMS dice que la gran revolución de este siglo va a ser la longevidad, no las nuevas tecnologías o el cambio climático. Los estados tienen que generar cambios para adaptarse a sociedades muy longevas.

¿Qué retos urge asumir ya?
El primer planteamiento que tendríamos que hacer es preguntarnos qué esperamos de las personas mayores. Ninguna sociedad puede permitirse prescindir del 25% de sus individuos, o del 33%, como en el caso de Ourense. No podemos perdurar si no contamos con esa parte de la población, que tiene todo el tiempo del mundo, cuestiones básicas como la vivienda o el trabajo, resueltas. Además, las personas mayores tienen una situación económica cómoda, hay que cambiar el estereotipo del mayor pobre. Tiene más riesgo de pobreza un joven o un adulto que una persona mayor, afortunadamente. Por eso el primer cambio tiene que ver con los prejuicios. Si somos capaces de pensar que las personas mayores son capaces podemos construir sociedades mucho más armónicas e inclusivas. Si asumimos que alguien de 80 años puede ser presidente de una comunidad de vecinos, comprarse un piso, tener novia o cambiar de coche, seremos capaces de entender la sociedad que tenemos. Además tenemos que establecer estrategias para convivir con la longevidad no solo en la salud, sino también en otros ámbitos. No tiene sentido que hayamos generado ciudades individualistas en las que los vecinos ni se saludan. Una persona mayor se jubila del trabajo, pero no de la sociedad, tienen que participar. No podemos decirle a una persona, como ocurrió en el caso de Fraga Iribarne, que se vaya porque es mayor, tendremos que decirle que se vaya porque no nos gusta como piensa.

Epígrafe
"Una persona de 65 años no tiene muchos roles sociales, y eso que tiene una expectativa de 20 años más de vida"

La participación sería también una forma de vencer la soledad. ¿Es este uno de los principales problemas de las personas mayores?
Debemos garantizar que se puede envejecer con seguridad, con salud y con participación en la sociedad, reivindicando también el derecho a la educación a cualquier edad. No basta con crear sociedades en las que solo sea necesario garantizar que las personas lleguen a la vejez con buen estado de salud. Hoy en día las personas mayores desempeñan papeles familiares, como ser abuelos, algo que me parece muy bien que hagan si lo quieren. Pero una persona de 65 años no desempeña muchos roles a nivel social, y eso que tiene por delante una expectativa de vida de casi 20 años. ¿Qué va a hacer esa persona en ese tiempo? Eso es lo que nos preocupa, buscar espacios de vida para esas personas. Los científicos ya hablan de que quienes están naciendo ahora mismo van a vivir 130 años. Si vamos a vivir todo ese tiempo tenemos que modificar el entorno laboral, pero también el entorno de vida.

Cuando se habla de vejez se le atribuye siempre una carga negativa al relacionarla con la dependencia o la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El grupo mayoritario entre los dependientes son las personas de más de 65 años. La vejez incrementa la posibilidad de padecer unha situación de dependencia, eso es cierto. Es normal que la gente se preocupe por el futuro con los niveles de paro que tenemos y las bajas cotizaciones de la actualidad. Pero esto es así porque la sociedad coloca a los mayores en situación pasiva. Una sociedad que tiene al 25% de sus individuos ociosos es una gran potencia. Hay estudios que demuestran que las sociedades que siguen contando con sus mayores son más ricas, incluso las que les dejan seguir trabajando, aunque haya quien piense que perjudican a los otros trabajadores, no es así. Yo no digo que esta tenga que ser una obligación, sino una posibilidad. Además, no creo que las personas mayores deban seguir esperando a que los jóvenes y adultos les resuelvan el problema de los apoyos, el voluntariado hay que estructurarlo desde las propias personas de la tercera edad.

Redes de apoyo
"Con la dispersión y el envejecimiento en Galicia, no es lógico que estemos a la cola en la implantación de sistemas de teleasistencia"

¿Han notado algún cambio en la sociedad en este sentido desde la puesta en marcha del congreso, hace 31 años?
Ya asumimos que las personas mayores estudian, cantan, bailan o son capaces de enamorarse. Me parece que esto está mucho mejor. En lo que tiene que ver con la red de apoyos a las personas mayores, en Galicia tenemos un largo camino. Solo disponemos de dos servicios de Geriatría, uno en Lugo y el otro en Vigo. No puede ser que los ciudadanos de Vigo tengan derecho a ser atendidos por médicos especialistas y los de otras ciudades, como Pontevedra, no. Me parece importante que se generen redes de atención sanitaria porque es un derecho. Habiendo especialistas para personas mayores, no se entiende que no estén trabajando. Porque, además, no tenerlos sale caro. Cada vez que se nos despista una persona y no recibe la atención necesaria, desarrolla una demencia en un horizonte próximo y supone una carga de cuidados, económica y familiar. Esas cosas se nos escapan, la gente mayor va de servicio en servicio, acaba tomando un montón de medicación que le hace daño, creando una patología propia. Además, tiene que haber redes de apoyo. Hoy en día la teleasistencia es baratísima, sin embargo seguimos encontrándonos con personas que fallecen solas en sus casas. Esto es una pena cuando existen dispositivos detectores de presencia que si perciben que no vas al baño o a la nevera en un período determinado de horas hacen saltar las alarmas para poner en marcha un dispositivo de emergencia. Con el envejecimiento y la dispersión de Galicia no es lógico que estemos a la cola en la implantación de estos sistemas. Lo mismo tendría que ocurrir en las comunidades de vecinos. Igual que se establece por ley que hay que pagar las cuotas, puede existir también la obligación de pasarse por el segundo para preguntarle a la vecina si todo va bien. No son cosas demasiado gravosas para una sociedad como la nuestra que le dedica tanto tiempo al fútbol y tan poco a las personas.

31 años del Congreso Internacional de Geriatría y Gerontología

Tres días de debates y propuestas para la atención a la población más longeva

La ciudad de Pontevedra acoge el 31 Congreso Internacional de Gerontología y Geriatría que organiza la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría durante los próximos 27, 28 y 29 de Junio de 2019, con el lema Galicia, liderando la longevidad Europea. Oportunidades y retos. El Congreso se celebrará en el Pazo da Cultura, un lugar emblemático de la ciudad de Pontevedra con todas las facilidades para el desarrollo de un evento de este tipo.

Este 31 Congreso Internacional se centra en la inigualable situación longeva de Galicia, que ya sobresale como una de las diez regiones con porcentajes de población más elevadas de Europa, con las provincias de Ourense y Lugo entre las cinco primeras más envejecidas. "Entendemos de gran utilidad social reflexionar sobre las causas del envejecimiento poblacional, el estudio de los aspectos positivos, la oportunidad de las investigaciones transversales o de futuro, y también por la obligada promoción de una atención de calidad o el viejo debate sobre la necesidad de una lógica coordinación sociosanitaria".

El Congreso es un encuentro científico y profesional para evidenciar una nueva realidad, ya que "nunca anteriormente en la historia habíamos alcanzado sociedades tan longevas como la actual", explicaba este lunes la Sociedade en un comunicado.

A la cita en el Pazo da Cultura asistirán especialistas de nivel internacional. "Aspiramos a convertir este evento en una referencia estatal e internacional, ya que el congreso cuenta con la colaboración de varias asociaciones internacionales y con la participación de profesionales de referencia", explica la Sociedade. En el Congreso intervendrán ponentes como jueces de derechos humanos, especialistas en violencia contra las personas mayores, geriatras, psicogerontólogos o enfermeros especializados en geriatría.