"Montecelo siempre fue un referente para España"

Germán Gamallo, el primer trabajador de la ciudad en acceder al Hospital en 1973, se jubila ► El CHOP pierde uno de sus motores

El Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, CHOP, acaba de despedir a toda una institución. Se llama Germán Gamallo y fue el primer trabajador residente en la ciudad capitalina que accedió al Hospital Montecelo en el año 1973, cuando abrió al público como Residencia Sanitaria de la Seguridad Social de Montecelo. El resto de operarios que entró "en la primera tandada" de personal no sanitario procedía de otras parroquias, pues en aquella época "nadie quería trabajar en el hospital".

Germán tenía 21 años y "acababa de hacer la mili". Quería casarse y no se anduvo con muchos rodeos. Algo le decía que su futuro estaba en aquel gigante de hormigón construido en Mourente, así que preguntó "qué había que hacer" y se presentó a las pruebas de acceso, celebradas en el instituto Valle Inclán. Por aquel entonces para aprobar las oposiciones "había que saber sumar, restar, multiplicar, dividir y hacer un dictado", filtros todos ellos que este pontevedrés superó con éxito.

Accedió como celador en el mes de noviembre. Al principio no había gente hospitalizada, así que se dedicaba "a vigilar que los muebles seguían allí y que todo estaba correcto". Luego llegarían los primeros pacientes, los primeros partos y las primeras operaciones, momento en el que Montecelo empezó a dar todo de sí.

En 1974 fue operado de un riñón y cambió de puesto de trabajo, a "celador de consultas". La intervención quirúrgica le apartó de la actividad deportiva que venía realizando hasta la fecha, pero el "gusanillo que tenía por el deporte" hizo que moviera los hilos para regularizar el equipo de fútbol en el que jugaban varios trabajadores del centro e inscribirlo en el campeonato de empresas. El resultado fue la fundación del grupo de empresa un colectivo creado en 1976 al amparo de la Unión Sindical de Educación y Descanso y que marcó un punto de inflexión en la vida laboral y personal de este trabajador y muchos de sus compañeros.

A partir de entonces, Germán sería epicentro de casi todas las actividades culturales y de ocio que se celebraron puertas adentro y puertas afuera del centro hospitalario. Una de las iniciativas más entrañables ocurría y todavía ocurre el Día de Reyes. El grupo de empresa encargó unos trajes de reyes magos "a las modistas de Príncipe Felipe", con los que Germán y otros ‘colegas’ empezaron a entregar los regalos que cedía el hospital a los hijos de los empleados y a los niños ingresados.

La costumbre se instauró y dio lugar a una ruta que llegaba a ser agotadora, pues también incluía paradas en casas de trabajadores que, por circunstancias personales, no podían acercarse a Montecelo. "Algunos años empezábamos el día 5 (de enero) a las cinco de la tarde y acabábamos el día 6 a las cinco de la mañana".

En los años 80 Germán aspiró, junto al resto del grupo de empresa a la concesión del servicio de cafetería de Montecelo con el fin de "recaudar fondos para realizar las actividades" y en 1990 estuvo en la dirección de ‘El termómetro’, una revista trimestral que llegó a publicar cuatro números.

La desaparición de la Unión Sindical de Educación y Descanso provocó la disolución oficial del grupo de empresa, si bien sus integrantes, con Germán a la cabeza, mantuvieron algunas actividades, sobre todo la del Día de Reyes.

RESURGIR. El resurgir tuvo lugar en 2005, cuando el entonces gerente del CHOP, José Rey Aneiros, propuso reanudar la actividad lúdica de los trabajadores. La propuesta elegida fue la formación de un coro que, a su vez, derivó en la constitución de la asociación O Chop, a la que "se le puso la ‘O’ para que no hubiera ningún problema con el hospital". Esto acabó propiciando la celebración de clases de baile, talleres de encaje de bolillos, actividades de senderismo, trabajos manuales, pintura, teatro y otras actividades. "No todas ellas funcionaron", pero muchas siguen en activo.

Germán presidió la entidad desde su fundación hasta este año, compaginando estos quehaceres con su labor desde 2004 como "jefe de equipo para gestionar logística y actos protocolarios del CHOP". El próximo 27 de enero cumplirá los 65 y se jubilará oficialmente. Desconoce si es "un privilegiado", pero el balance que hace de estos 43 años "es muy positivo", sobre todo porque "los compañeros lo hicieron todo más fácil".

FUTURO. Cuando vuelve la vista 40 años atrás recuerda un Hospital Montecelo "muy familiar", en el que "todos los trabajadores intentábamos que funcionara". En su opinión, "siempre fue un referente para toda España porque, aunque era pequeño, tenía y tiene un servicio de calidad". Quizás el único episodio negativo que menciona fue la unión del hospital con el Provincial, ya que "afectó al clima laboral" y causó una especie de enfrentamiento entre los trabajadores que se quedaron en Mourente y los que fueron desplazados al centro. "De hecho, la asociación ayudó a cortar la frialdad, porque las actividades reunían a los trabajadores de ambos lados".

De cara al futuro, Germán cree que el Gran Montecelo es la mejor opción. "Después del dinero que se gastó en su modernización, lo mejor es que se aproveche".

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