Moraña hace pública su determinación de congelar los impuestos todo el mandato

El Goberno local expone que apelará al "inxenio" para seguir ofreciendo servicios y construyendo nuevas infraestructuras
Casa Consistorial. RAFA FARIÑA
photo_camera Casa Consistorial. RAFA FARIÑA

El alcalde del Concello de Moraña, José Cela, hizo pública este viernes su determinación de congelar los precios de todos los impuestos y tasas cuyo cobro corresponde a la Administración local, en el ejercicio correspondiente al año 2021.

Esta medida fue adoptada en el marco del inicio del proceso de elaboración de los próximos presupuestos, que comenzarán a ser preparados por los servicios técnicos siguiendo las directrices y las políticas diseñadas por el Goberno local que preside.

El ejecutivo morañés consensuó esta medida fiscal basándose en su programa de gobierno, en el que figura reflejado el compromiso de mantener fijos todos los tributos durante el actual mandato, que concluirá en el año 2023.

Este compromiso está justificado también por una circunstancia sobrevenida: los graves efectos socioeconómicos provocados por la crisis sanitaria que desencadenó el coronavirus covid-19, y que instan al Concello aliviar lo máximo posible las economías domésticas de las familias de Moraña.

"Somos un Concello que leva aplicando dende o ano 2011 a máxima contención fiscal, chegando incluso a aplicar rebaixas, como foi o caso da taxa do lixo o pasado ano, cunha redución do 10%, e cremos que no actual contexto hai que axudar aos veciños todo o posible porque é cando máis o necesitan e máis teñen que ter de preto á súa Administración local", argumentó José Cela.

El regidor de Moraña subraya que la presión fiscal municipal está cifrada en una media de 216,87 euros por habitante al año, un desembolso que es cinco o seis veces inferior a la media que se desembolsa en la provincia de Pontevedra, y también una de las 25 más asequibles de entre los 313 concellos gallegos, apunta la Administración local.

En esta línea, José Cela expuso que la medida de no subir las ordenanzas fiscales, decretada para el próximo ejercicio, en principio, tendrá continuidad en los años 2022 y 2023.

El alcalde indicó que pretende seguir esta línea "para que os veciños paguen o menos posible polos seus impostos locais e, deste xeito, teñan recursos para saír adiante e mellorar a súa calidade de vida". 

La consecuencia estriba en que deberán ser los responsables de la Administración local quienes busquen las fórmulas adecuadas con la finalidad de compensar la bajada de ingresos en las arcas municipales por este concepto y mantener los servicios que presta a los vecinos.

El reto que asume el Goberno local morañés estriba en que "sexamos nós, dende o Goberno, os que tiremos de inxenio e de xestión para acadar doutras administracións o groso dos fondos necesarios para os servizos públicos e as infraestruturas, tal e como fixemos ao longo desta década", plantea el regidor.

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