Asegura que vive un infierno desde el pasado 9 de enero. Pilar Somoza Martínez, que reside en la calle Gagos de Mendoza (en concreto en el número 4-1ºD) se presentó este miércoles en la entrada del Consistorio con una silla y una pancarta para denunciar que unas obras de reforma en el piso inmediatamente superior (que comenzaron en septiembre) la están sumiendo en "un estado de estrés insoportable".
Explica que la gota que colmó el vaso de su paciencia se registró el citado 9 de enero, cuando a primera hora de la tarde se desplomó un trozo de la placa del techo de una de las habitaciones.
La afectada indica que fue el fontanero que realizaba las obras para el cambio de un baño quien le comunicó y se excusó por lo que había ocurrido. "Fue una cosa que pasó y no armé jaleo alguno ni protesté, pero pasaron varios días y ni la propietaria del piso ni el constructor que realizaba las obras, Balboa y Buceta, no solo no se pusieron en contacto conmigo sino que los trabajos continuaron como si no hubiera ocurrido nada, con mucho ruido y retumbando las paredes como si se registrase un terremoto".
"Con el paso de los días siguen aumentando el número de grietas en la casa, con un ruido atronador"
Fue entonces cuando la perjudicada llamó a la Policía Local, que levantó acta e inspeccionó las obras, además de indicarle la posibilidad de que interpusiera la correspondiente denuncia en el Concello. La mujer no lo comunicó porque, asegura, "no quise ser mala vecina" y porque, además, estaba convencida de que con el parte que habían redactado los funcionarios municipales era suficiente para una inspección del Servizo de Disciplina Urbanística.
Pilar puso el caso en manos de un asesor jurídico que instó a la Administración local a que le entregase la documentación acreditativa de la concesión de la licencia de obra. "A día de hoy no hemos tenido respuesta", subraya.
El 14 de febrero Pilar se dirigió al Servizo Municipal de Disciplina Urbanística para saber si tenía previsto actuar en base a la documentación que le presentó la propia afectada y el parte que había redactado la Policía Local. "Quedaron alucinados de cómo era posible que hubiéramos aguantado tanto tiempo esas obras, con las que reformaron totalmente el piso, levantado tuberías e, incluso, tirado tabiques para, presuntamente, cambiar el baño de sitio", comenta la perjudicada.
"No puedo entender cómo el Servizo de Disciplina Urbanística no ha tenido en 37 días cinco minutos para ir a ver la obra"
Pilar se encontró con que "nadie había tocado el expediente de la Policía Local, por lo que le metimos prisa porque con el paso de los días siguen aumentando el número de grietas en la casa, con un ruido atronador".
"Mi abogado dice que la licencia que solicitaron es una petición para hacer modificaciones en el baño, cuando lo que realmente hicieron fue cambiarlo para otro lado del piso".
La denunciante indica que se dirigió en tres ocasiones al Concello pero sin resultado alguno. "El pasado lunes 17 cambiaron las ventanas y me rompieron los mesados de las ventanas. Incluso en dos ocasiones me cortaron la luz durante todo el día".
"No puedo entender cómo con una denuncia y un informe policial tan serio el Servizo de Disciplina Urbanística no haya tenido en 37 días cinco minutos para ir a ver la obra", señala Pilar, contrariada con la decisión que adoptó el Concello el pasado 7 de febrero (días después de haber presentado la denuncia y el informe policial) de autorizar la ampliación del plazo de las obras, porque éste se había agotado.
