Una mujer, Giselly A.O., fue condenada este jueves a abonar una multa de 540 euros tras reconocer que durante cuatro años acostó al primo de su marido fallecido, "con la intención de menoscabar su tranquilidad".
El caso se vio en el Juzgado de lo Penal número 1 y la acusada, que llegó a un acuerdo con la Fiscalía y logró que se redujese la petición inicial de condena, admitió que entre finales de 2013 y julio de 2017 realizó distintas acciones dirigidas a "inquietar y alterar el normal desarrollo" de la víctima, a la que no podrá acercarse a menos de 100 metros durante el próximo año.
El acoso comenzó cuando falleció el marido de la acusada, en 2012. Tras quedar en una difícil situación económica, el primo del que fuera su marido empezó a ayudarla y a realizar tareas en su domicilio.
Tal y como reconoció en sala la mujer, en 2013 el hombre le manifestó que no quería iniciar ninguna relación de tipo sentimental con ella y en ese momento empezó el acoso.
Esto provocó la airada reacción de la acusada, que en varias ocasiones se presentó en su domicilio para decirle que le iba a denunciar por causarle malos tratos y en una de ellas se fue tras mojarla con una manguera. Además, acudió en multitud de ocasiones a su trabajo y alguna vez revolvió el interior del furgón que utiliza. En junio de 2017 llegó a causar desperfectos en una de las ventanas de la casa del hombre, tratando de violentarla con una palanca y también atascó la cerradura de la puerta introduciendo pegamento.
En dos ocasiones más se presentó en su casa y vertió aceite sobre el agua de la piscina y en agosto de 2017 se presentó en su trabajo y le pidió dinero, diciéndole que iba a sacarle todo lo que tenía.
