TODOS USTEDES, los que me leen, saben que soy una persona bastante emotiva, y cuando algo me toca el corazón lo tengo que decir. No dejo de pensar en las palabras que la alcaldesa de Marín, María Ramallo, dedicó este viernes a la nueva delegada territorial de la Xunta de Galicia, Luisa Piñeiro, que hizo su primera presentación institucional en Marín. Ramallo se emocionó mucho al hablar de esta nueva etapa de Piñeiro, y admitió que le hace mucha ilusión que sea ella quien ocupe el cargo, pues ambas comenzaron sus respectivos mandatos como alcaldesas en Marín y Moraña juntas. La alcaldesa de Marín aseguró ante la prensa que ambas son muy buenas compañeras y que está convencida de que Luisa hará muy bien su trabajo, ya que conoce las necesidades de los concellos al haber sido alcaldesa de uno. Esa sororidad consistorial se merece un aplauso, y desde aquí, por si no lo he hecho antes, le deseo a Luisa todo lo mejor en su nueva etapa.
A pesar de su emoción por el progreso de su compañera, Ramallo tampoco se olvidó de Xosé Manuel Cores Tourís, anterior delegado territorial, al que quiso agradecer su servicio durante los 11 años que, destacó la alcaldesa, estuvo en el cargo.
María Ramallo también se disculpó ante los periodistas por no haberles ofrecido ni siquiera un café, después de estar esperando a las puertas de la sala durante la reunión que ambas mantuvieron. No se preocupe, alcaldesa, lo tomamos cuando usted quiera acompañado de una buena charla entre mujeres al sol de la alameda marinense. Si es que algún día deja de llover.
Otra de las mujeres a las que admiro por su papel en las instituciones de la provincia y a la que quiero mandarle un fuerte abrazo es la concelleira de Réxime Interior de Pontevedra, Anabel Gulías, que ayer se reincorporó al trabajo después de la baja por maternidad. También le mando muchos ánimos, ya que sé de buena tinta que, aunque el pequeño Xes se porta muy bien, ha hecho que sus noches sean ahora mucho más cortas. Y, aunque la maternidad también tiene sus cosas buenas, la concelleira ha confesado que echaba de menos a los periodistas, a los que ha cogido cariño a base de verles todos los días. No me extraña, en esta ciudad tenemos a lo mejorcito del gremio.
De hecho, todo periodista pontevedrés que se precie está a la última en materia de polémicas de la Boa Vila que, cosa rara, esta vez tiene que ver con la peatonalización. Ante el revuelo que se ha generado con la calle Raíña Vitoria, Gulías ha sabido salir del paso ironizando: "Déixovos sós un par de meses e peonalizades todo. Como é o Bloque!".
